viernes, 3 de junio de 2016

Vecinos. 1: Alarmas para soñar.



Hay días que sería mejor quedarse atrincherada en la cama. Hacer ver que el despertador no ha sonado cinco puñeteras veces. Con esa música distorsionada de no sé que puñetera banda sonora puede ser, porque es indescifrable, pero que se te mete en el cerebro y te lo taladra.
Lo divertido es que no sé porqué pongo la maldita alarma del teléfono una hora antes de salir de la cama. Cada mañana me lo pregunto en serio. Y cada noche vuelvo hacerlo. ¿Tendré dos personalidades y una jode a la otra?
A la noche pienso, ponlo antes así te levantas con tiempo. Paseas al perro con tiempo, te duchas con tiempo, desayunas con tiempo y hasta puedes saludar a los vecinos con tiempo.

La triste realidad es que suena el movil y tengo ganas de estamparlo contra la pared, pisotearlo hasta que muuuueeera lentamente. Mi suerte es que el poco riego que me llega al cerebro a las seis de la mañana, da para pensar en una décima de segundo, que mi Samsung es mi pequeño dios que todo lo almacena, todo lo graba, fotografía y puedo comunicarme a diez mil kilómetros con los que se interesan todavía por mi. Así que lo agarro.

Sí. Lo agarro. Lo siento por los españoles que me leéis, pero no quiero querdarme nuuuunncccca  más roja como un tomate cherry en medio de la verdulería...donde se me ocurrió decir: ¿Puedo cogerme yo misma la fruta? Y en ese mismo instante ocho pares de ojos me miraban a punto de explotar de la risa...-No te preocupes, ¿española no? ya te la agarro yo, no vayas a follarte aquí mismo a los melones o  las lechugas y hagas un espectáculo.

Sonreí con dignidad. Me he ganado mala fama con la verdura y acabo de llegar. Bueno a lo que iba, que me voy por las ramas como un mandril en celo.

Lo agarro y lo apago. Me pego a la almohada una hora o más y ya la he liado parda, porque voy a ir tarde otra vez al trabajo. Me van a echar. Y me voy a volver a nado. A las noches me cuesta dormir, siempre hay algo que lo impide. Hay un explicación para todo. Y no os he explicado donde vivo.

Estoy en un edificio de nueve plantas. A tres viviendas por planta, que multiplicado dan 27 apartamentos. En el décimo vive el "portero". Debe ser una comunidad que piensa en rico.  Ese pobre señor ha de luchar cada día con nosotros "los inquilinos percebes", que nos quejamos por todo. (Yo me quejo en el blog). Veintisiete apartamentos dan para mucho.

Hoy volví a  despertarme a las tres de la mañana y hasta las cuatro y media pasadas no pude volver a dormir.  Hoy fue el hdp del sexto (otro día hablaré de otros vecinos). Este tiene una moto, que mi cabeza ya está maquinando en como destrozar sin que me pille la policía federal. (Que no sé cómo las gastan aquí, así que primero me he de informar antes de pasar a la acción.)
Pero lo haré, porque me desquicia no dormir. La alarma de la moto del nene se disparó a esa hora y se paró después de hora y media dando por saco.

¿Para qué tanta alarma jodido imbécil de mierda???? si no eres capaz de levantarte de la cama y mirar si te la están robandooooo!! ah! claro! como se pasó una hora y media sonando, sabía a ciencia cierta el muy cabrito de su madre, que el instrumento de tortura de toda la manzana seguía allí tan ricamente. Que zoqueta soy.

Pero evidentemente, hubo un momento que, me vestí histérica perdida y me bajé a la portería. Llamé al interfono del susodicho propietario de la máquina infernal. ¿y qué pasó?
Nada! porque debe tomarse una caja de valiums mezclados con vodka y cae en coma profundo para no oír nada. Y mi dedo quemando el timbre... y yo a punto de convertirme en el increíble Hulk. Cuando me di por vencida y me subí a casa pensando si subir al sexto, tirar la puerta abajo en plan Los Geo (son como los SWAT a lo español) y no sé...¿cargármelo? me di cuenta que la alarma había enmudecido.
Hoy deduje (ayer no estaba para pensar) que el niño tonto del sexto no estaba en coma. Ni es sordo. Que escuchó el timbre y su alarma.

No soy vengativa o sí...no lo sé.
¿Sabéis que los vecinos tenemos un wattssap "comunitario"?
Pero eso da para otra entrada y os lo cuento.

Yo lo que hice fue grabar los cincuenta y cinco segundos que dura la alarma de la moto. Casi un minuto sonando, con intervalos  de no más de tres a cinco minutos sin sonar. O sea que echar la cuenta de la hora y media que tuvimos. Quizás un rato de estos, aparezca el vídeo del mozo del sexto, en el grupo wattssapero haber si "alguien" "reconoce" la retaíla de musiquita.
Y haber cuántos wattssaps podemos crear en menos de un minuto. Por que en esta "comunidad" no nos estamos de nada. Sobre todo de comentarios.

Continuará...