Me mudo.
Quizás en un tiempo vuelva por aquí. Pero últimamente no tengo nada que decir.
Es triste. Me da pena.
Soy de apegos.
Y eso que durante mucho tiempo hice un montón de cosas para desapegarme.
Hasta de mi país. Que está ahí. Lejos. Demasiado lejos.
Y mis colegas. Y mi familia. Y mis perros.
De todo.
Y aquí estoy. Sin saber qué decir. Ni cómo seguir.
Así que de puntillas. O con patitas de gato me voy al blog de al lado.
Que es más de imágenes.
De frases agarradas por los pelos. De letras de música.
O de series estúpidas para entretener las cabezas pensantes de estupideces.
Me voy al lado para no dejar del todo este mundo de los blogs.
Me despido y no me despido.
Porque odio despedirme sin estar presente.
Así que allá me voy de un salto