La vida son muchas cosas.
Pero cada vez estoy más segura que la vida es responsabilidad.
Una responsabilidad de la que ya no somos responsables. Cada vez estamos más lejos de nosotros mismos y más cerca de algo irreal.
Algo de lo que ni nosotros mismos sabemos qué es.
Vivimos ya sin sentido. No sé qué buscamos ni qué necesitamos.
Lo sé, hablo en plural. Hablo generalizando.
Pero miro a mi alrededor y creo que no existe ya, nadie sensato.
El mundo está desatado. Está vacío. Está muerto de emoción.
Los pocos que quedan a los que algo les importa, van cayendo despacio, desalentados.
Deben seguir. Seguimos. Pero está siendo complicado.
¿A qué te aferras cuando ves tanta tristeza? ¿cuando ves tanta maldad?
¿Me vuelvo a encerrar en mi burbuja? y
así no hago nada...
y elijo: la indiferencia.
Y vivir encerrada aunque me mueva constantemente, sin ver, aunque mis ojos están muy abiertos. Sin pensar, sin razonar...no me moveré si veo dolor, si veo algo que no me guste sólo giraré la cabeza hacia el otro lado. Sólo pensaré que nada puedo hacer.
Sólo me diré que yo no tengo tiempo.
Sólo me diré que yo no tengo tiempo.
Correré más rápido. Me excusaré. Siempre me excusaré. A lo peor maldeciré y diré que alguien a de hacer algo...pero no yo...yo no ...Yo tendré otras cosas que hacer.
Me pasaré por el forro, el compromiso que tengo con la vida. Y no sólo con ella, sino con la obligación de ser responsable con el mundo.
Ya hay otros que hacen cosas...hay otros que creen que se puede mejorar.
Pero van contracorriente. Ir a contracorriente desgasta. Te quita las ganas. Y cuando te das cuenta estás de mierda hasta las cejas. De la mierda de los demás.
De la irresponsabilidad de los demás.
De la desidia de los demás.
La vida son muchas cosas.
No sé si dejarse llevar es la solución.
Elegir qué tipo de vida uno desea me parece más correcto.
Elegir ser responsable con nuestro entorno.
Todos tenemos el poder de elegir
aunque nos tengan maniatados
podemos decidir..