jueves, 17 de mayo de 2018

Mirando hacia atrás para ir hacia delante...




En todas esas conferencias que veo y escucho sobre crecimiento personal, lo primero que te explican es que uno ha de encontrar el sentido a su vida y a su trabajo.
Yo estoy en la etapa de mi trabajo.
Debo darle sentido.
Bien...pero he de saber primero de todo ¿cuál es mi trabajo?

Cuando me preguntan ¿cuál es tu profesión? Me gustaría poder decir diseñadora de bisutería...Pero no me sale. Contesto: vendedora.
Y sí...toda la vida he estado en una tienda vendiendo. Y soy eso, una vendedora.
Pero luego, si me paro a pensar, soy un poco más que eso.
Creé una tienda. Y digo creé, porque "Itta Boutique" no era un "simple comercio". Era un nuevo concepto de comercio. Era diferente. En su momento no lo supe ver.
Ni siquiera valorar.

Y después de ocho años renuncié a seguir porque no encontraba la motivación suficiente para luchar contra una crisis que empezaba a arrasar con el ánimo y el bolsillo de todo el mundo.
Y de ir contra corriente. Y ante todo; no quise ir en contra de mis creencias e ideales.
A pesar de quedarme sin trabajo. A pesar del asombro de todo el mundo.
Al final para todos fue, "otra" tienda más que caía por culpa de la crisis.
No me arrepiento. Nunca lo he hecho.

No fue una decisión drástica.
Hacía tiempo que veía la tendencia general y no era muy alentadora.
Llevaba mucho tiempo esforzándome. Y no veía la contrapartida. Quizás no estaba tampoco en un buen momento personal y se mezcló todo. Pero no podía con según qué comentarios de algunas clientas. Debería haberme quedado con las cosas buenas.
Con todas esas personas agradecidas que valoraban el trabajo.
Por todas esas clientas fieles.
Pero no me alcanzó.
No me alcanzaron los ingresos ni sus sonrisas.
Las más auténticas, las que no sólo eran clientas, están ahí. Seguimos en contacto.

Mis ideales...siguen siendo los mismos. Un comercio justo y ético.