Hola Princesa.

Hola Princesa: me gustas porque no te dejas arrastrar por la vorágine de la necesidad de sentir algo con alguien. Porque caminas sola por calles largas, oscuras y desiertas. Porque no te asustan las sombras, ni el goteo perpetuo de las  cañerías oxidadas por el paso del tiempo.

Porque te sientes bien siendo diferente y alardeas de ello.

Me gustas más, porque no vienes cuando chasqueo los dedos. Porque sonríes y me pierdo de deseo. Y te quedas indiferente ante mis palabras, con las cuales miles de otras princesas quedaron atrapadas entre mis redes.

Pareces inmune a todo y a la vez vulnerable a cualquier pequeña insinuación. Me mareo dentro de tus ojos oscuros, porque no sé adivinar qué es lo que piensas y si podré tenerte alguna  vez.

Eres una minúscula gota de agua, deslizándose lentamente por el tallo de una rosa, sorteando sus espinas. Sin vacilar. Valiente. Altiva.

Me gustas porque te gusto.

Lo dice tu sonrisa y tus besos callados, llenos de pasión contenida. Pero sé, que jamás lo demostrarás abiertamente. Lo sé por tu manera de besar, despacio, recreándote; como si quisieras que durara una eternidad…pero a la vez distante y fría.

Te escapas constantemente.

Intento atraerte de nuevo; pero no sirven contigo mis trucos de magia. Entras en mi juego y te saltas todas mis reglas. Pierdo la paciencia, pero no puedo olvidarte.

Tu indiferencia me trastorna. Deseo demostrarte que nadie jamás tuvo la osadía de pisar mis límites. Siempre encuentro princesas dispuestas a ser esclavas.

Entonces me arrepiento y necesito que seas tú quien entre en mis sueños.

Pero soy demasiado orgulloso y no puedo perseguirte toda la vida. Ni si quiera por este corto espacio de tiempo. Jamás perseguí a nadie, aunque con ello perdiera algo importante.

Sé que tú pasarás por mi vida como un soplo de viento fresco y durarás ese instante que me permite ver, a veces, algo especial en las personas.

Los recuerdos son lo único que nadie consigue arrancarte.

24-12-97

Las historias siempre se repiten...