No encuentro palabras...

No encuentro las palabras adecuadas para decir lo siento. No quiero que pienses. No quiero que llores por momentos que no viviremos. No quiero hacerte daño.

No encuentro el momento de dejarte para que no sufras por mi culpa. No quiero dejarte.

No quiero que me dejes.

Pero te hago pensar… te hago recordar…y yo pienso y recuerdo…y solo necesito instantes de locura para seguir con esto. No sé qué es esto. Nunca sé nada.

Pero sé, también,  que tú, como yo, somos adictos a un hilo invisible que nos rodea. Un hilo de una esperanza que realmente no existe pero que creemos poder alcanzar.

Te seguiría al fin del mundo, hoy. Pero el fin del mundo tampoco existe. Sí, en nuestra imaginación. Pero no sirve para seguir adelante. Para sostenernos, para protegernos del exterior.
Y yo, yo te abrazaría hasta que dejaras de sentir. Pero  sé que no me dejarías.Yo, yo te acariciaría hasta desgastarte. Hasta que me dolieran las manos. Y te besaría hasta perder el control. El tuyo y el mío. El miedo a lo desconocido, el miedo a sentir, a vivir.

Pero siempre tienes miedo. No puedo luchar contra eso. No tengo fuerzas. No me fío de mí misma. Lo siento. No me fío de mi inconstancia. Nada es para siempre. Lo sabes, ¿no?

Pero ahora mismo, necesito necesitarte. Necesito reír. Necesito sonreír. Necesito ilusionarme. ¿Es malo?

Y esto… ¿acabará? Seguro…algún día…no sé cuando…no me importa.

Pero quiero que llegue el día de poder expresarte lo que te expreso cada día…cada instante que puedo imaginar tu sonrisa o tu mirada…quiero poder acariciarte durante horas, sin prisas, quiero poder hacerte vivir. Quiero besarte, muy despacio. Quiero  tus labios hasta que salga el sol…no quiero dormir. Quiero necesitarte para celebrar todas nuestras noches despiertos. Para agruparlas  y reírnos de ellas…

Quiero ser razonable.

Pero,tienes... razón... nuestra historia está alejadísima. Que palabra...alejadísima...
Todas las buenas historias tienen un poco de esa palabra. 
Y de diferencias. ¿Insalvables?
Nuestra historia terminó antes de empezar. El tiempo de encargará de ello. Ya lo hace.Lentamente.
Como las agujas de un reloj que lo dirige hacia la nada.

Pero no importa. Sigamos. Sin futuro quizás. 
¿Importa realmente tener futuro? 
Hoy no lo sabremos. Mañana será el presente. 
Pasado...quizás todavía no encontremos las palabras...

Si las encontramos...que espinoso camino...