miércoles, 31 de julio de 2024

Menos dramas caperucita

                              

Odio el drama en la vida real. La vida ya es un drama eterno por todo lo que pasa ahí afuera. Cosas horrendas que les pasa a otros. También a uno mismo para qué engañarnos. Muchas cosas, demasiadas. 
Pero soy de las que piensa que siempre puede ser peor. 
Así que dramas los justos.

Pero veces estoy tan saturada que necesito patear algo. Ahora pienso porqué jamás me apunté a kickboxing o a kárate. Será otra de tantas cosas que no hice por no sé...por algún miedo o alguna manía. 
Y ahora me siento demasiado vieja, demasiado oxidada.

Drama en series de televisión o películas que al final nunca lo son tanto como en la realidad. O en la música donde el cantante puede transmitirte su dolor o su ira.

Drama en el blog. Cuando escribo. Y me pongo todo lo dark que necesito y lleno Pinterest de imágenes oscuras y elijo la que me hace sentir menos cuerda.

Drama que se queda en palabras, se escupe y se vomita. El drama real es para histéricas que lloran en las esquinas todo el tiempo y que necesitan que alguien las consuele. 

Mi drama es la ira. Es el enojo en lugar de la pena. Es enfadarme con la vida y el mundo en general.
Ese mundo inmundo lleno de violencia que todo lo destruye. Que te aplasta. 
¿Dónde escondernos? ¿ a dónde huir? Si ningún lugar es mejor hoy en día.

Y la vida se convierte en miedo si no la controlas. Si no te escapas a lugares donde la oscuridad no te atrape. Sólo vivas en color y nunca entre el blanco y negro.









miércoles, 24 de julio de 2024

Entre vuelos fugaces



28 de Enero/24 de Julio

Llegar a Devoto fue más rápido de lo que esperaba y no me equivoqué ni una sola vez.

Mi orientación es pésima. Daría lo que fuera por tener un extra sentido ( tipo Spiderman) porque ni Google Maps puede con mi torpeza.

Pero como preguntando se va a todas partes, aprendí en esta "ciudad de la furia" a preguntar mil veces antes de caminar innecesariamente.

Además con este acento Español y esas "eles" tan catalanas no paso desapercibida ni que vaya de incógnito. Así que cada vez que pregunto, me miran, me sonríen y casi que me abrazan...

¿Cómo no sentir desasosiego? Nunca me sentí tan cómoda en un lugar como aquí en Buenos Aires.      Hay mil cosas que no me gustan. Pero hay mil que me fascinan. 

Aquí encontré una paz y una tranquilidad que nunca encontré en mi país de origen. La verdad que no puedo explicar muy bien cuales son verdaderamente mis sentimientos cuando me siento a escribir. Porque quizás son sensaciones de cosas cotidianas que vivo aquí día a día. 

Pero no quiero enrollarme...llegué puntual y me topé con una tatuadora de lo más simpática y cercana. 

¿Cómo me pude tatuar Argentina en el brazo? Es algo que no logro explicar. Todo 2023 estuvo lleno de incertidumbre y zozobra. Sí, zozobra llena de angustia y vacío. Volver a un lugar que ya no es el que dejé. Yo no soy la misma de hace ocho años atrás.  Y el mundo tampoco. 

Miedo. Porque todo es diferente. Los trabajos, la gente, la manera de relacionarse. 

Una de las cosas con las que siempre estuve cómoda aquí es algo que parece estúpido pero en el fondo no lo es. La política de una país que no es el tuyo la sientes con algo de indiferencia. Te informas, lees, escuchas pero nunca terminas de inclinarte para ningún lado. No creciste con sus problemas, sus dramas, su historia. Entonces al no tomar partido lo ves desde arriba. Quieres que todo vaya bien, que el país mejore pero no entras en la grieta. España tiene una grieta enorme. Quizás en este momento es mundial. Pero la grieta en España existe y sé que me afecta. 

Es más fácil vivir acá y que te amen sólo por escucharte. Decidme "pava" a mi edad pero estoy harta de conflictos. Hasta el moño.

También me encontré con un trabajo que me gusta mucho y no sé si podré seguir con él.

Y bueno...

El regreso estuvo igual de sincronizado, sin ningún problema. Cuando llegué a casa mi pareja me preguntó cómo me había ido. Sonreí. Le dije que le había mentido y que no había quedado con mi clienta/amiga. Le enseñé el tatuaje. 

Lo conozco bien, sabía que en su imaginación el tatuaje ocuparía todo el brazo y parte del cuello. Ya me veía como un futbolista...Era mejor una mentira piadosa a que le diera un ataque al corazón por ansiedad.

 Y como buen argentino no puede entender que esté tramitando los papeles para la ciudadanía y que me hiciera ese tatuaje. Pero en el fondo sé que le emociona. Vi su sonrisa.  

Uno a veces no sabe porqué hace lo que hace. Es un simple tatuaje. Pero cuando esté allá recordaré todo lo que viví aquí. No puedo saber qué sentiré en ese futuro no tan lejano. Sé lo que siento ahora y es una mezcla de tristeza con angustia y esperanza a que todo vaya bien.






Con la luz del sol Se derriten mis alas Solo encuentro en la oscuridad Lo que me une con la ciudad de la furia. Me veras caer Como una flecha salvaje Me veras caer Entre vuelos fugaces Buenos Aires se ve tan susceptible Ese destino de furia es Lo que en sus caras persiste.

jueves, 18 de julio de 2024

Sincronizaciones


28 de Enero 2024


El día anterior casi no pude dormir. No fue la cafeína porque mi único café fue el del desayuno. 

Una parte fue por mi pareja que se movía inquieto por la fiebre. No podía dormir, tenía mucho frío aunque en la habitación  estábamos a más de 25 grados. Se quiso vacunar por sexta vez del COVID.


Me levanté a ponerle dos mantas porque empecé a notar que tiritaba y solo decía; tengo frío, tengo frío...


Luego el pequeño Chinchu, empezó a revolverse en su camita. No encontraba la postura para dormir y empezó a jadear. Algo que le viene pasando desde hace un tiempo. El veterinario dice que puede ser su "asma" o que le duelen las articulaciones. 

-Es la edad...


Al jadeo le siguió un lengüetazo intermitente. Encendí el móvil y con esa luz lo miré y ya estaba en su postura característica. El cuerpecito alargado y su cabecita apoyada en el almohadón. Tragando saliva sin parar.


Me levanté de nuevo y fui a buscar Factor AG , un medicamento de niños para los cólicos. Mano de santo. Un cuenquito, un poco de calabaza pisada y 10 gotas. 


Volví a la cama. En la habitación hacía mucho calor. Un mosquito me perseguía desde hacía rato. Y eso que tengo uno de esos aparatos de Raid pero los mosquitos de hoy en día son tan resistentes y grandes que no solo te miran a los ojos sino que te retan.


Busqué el  lado de la almohada más fresquito, previamente dándole tres o cuatro vueltas. 

Si, soy una volteadora serial de almohadas.


Aún así no conseguía dormir. 

Me vino a la mente mi decisión.

¿Será acertada?


Ay! Bueno...ya empiezo con dudas cuando hace un año que lo estás pensando Ju. Y cuando tienes turno para mañana a las once. Ya no hay tiempo de retractarse.


Este año pasado fue un año demasiado intenso. Doloroso.

Con mucha ansiedad. 


Parece que a mi los cambios me vengan de siete en siete...aunque este será el número ocho por una cuestión de logística.


Al final la decisión de volver se materializó.

Con todo lo que ese peso conlleva. 

Mi edad. Volver. Mi trabajo. Volver.


Mi pareja que puede enfermar en cualquier momento y por eso quiere vivir otra vida en otro país. ¿Cómo decir que no si yo también lo hice?


Volver. Mis perros. Mis 4 perros deberán pasar por un vuelo de 12 horas, un encierro en una transportadora, papeles aduaneros, gente desconocida. Estrés y miedo. 


Un lugar nuevo, que espero sea mejor para ellos. Los compensaré con paseos infinitos en la montaña y la playa.

Aunque ellos sean animales de asfalto como mi pareja. ¿Se acostumbrarán?


Las tres de la mañana. Caigo muerta.


Suena el despertador a las 7.30h.

Me levanto bastante bien a pesar de la noche de fiesta loca que compartimos mi pareja, el mosquito, Chinchu y la humedad.

Suerte de este ventilador de techo que al nivel 2 es como estar en los Pirineos.


Da un aire fresco bastante llevadero. 


Paseo dos perros y mi pareja dice de estar en condiciones de pasear los otros dos a pesar del cansancio, el dolor de huesos y cabeza.


Nos tomamos un café juntos y le digo que voy a pasar la mañana con una clienta. Que debemos poner el stock al día y le llevo los collares que me encargó.


Justo ( la sincronización) me escribe un mensaje esta clienta/amiga y me dice de tomar un café después de hacer el stock.

Le digo que mi verdad "oficial" es esa.

Estar toda la mañana con ella.


La "otra verdad" es que debo llegar a Devoto en Subte, luego hacer transbordo y tomar un tren.

A las 11 tengo turno para hacerme El tatuaje.


Será algo discreto. La tatuadora, una brasileña súper simpática ha dibujado varios modelos para que pueda decidir.


Y hablemos de medidas. Será de unos 5/6 cm... No me veo con todo lo largo del hueso cúbito tatuado.

O si...pero no me atrevo. 


Este año empecé con las sincronizaciones.


Y siguen...y sigo...


Pd: entrada como véis muy atrasada...


lunes, 1 de julio de 2024

Sueños y visualizaciones

 



Hace unos meses estuve más de una semana enferma por Dengue. No podía moverme de la cama, no podía leer ni si quiera mirar televisión. Así que para no desesperarme me concentré en imaginar. 
Algo que siempre hice y que me dió buen resultado en el pasado.

Visualizar =Materializar

Así que me puse a visualizar/ soñar la compra de una casita con terreno. Una casa de unos 90 metros cuadrados con 400 de terreno estaría genial. 

Durante esos días se fue "generando" la visión:  Una casita cuadrada de un "señor inglés" muy educado que hacía tiempo tenía una casa en venta, segunda residencia, la cual había comprado para pasar los fines de semana con su esposa que era artesana y hacía: oh!!!! cuadernos y junks...

No la terminaba de vender (aunque estaba bastante bien de precio) porque la gente la encontraba muy pequeña, además de tener demasiado terreno y no una piscina. 
Cosa que no tener piscina sería algo ideal para nosotros.

El señor no había querido hacer una por no cortar un árbol de muchos años. Un manzano de tronco robusto que daba unas manzanas verdes hermosas. Como es habitual, a la gente no le gusta encontrar manzanas podridas en el suelo y bichos varios en lugar de una piscina.

Al fondo, había otro árbol gigante, un almendro. Que daba unas bonitas flores de color blanco. Tampoco había barbacoa, porque al "señor inglés" poco le importaban esas cosas. Eso restaba en lugar de sumar a la gente "normal". Pero como nosotros vamos un poco a contra corriente todo nos pareció perfecto. Los muros que franqueaban la casa eran altísimos, protegiendo la finca. La doble puerta de la entrada del garage era perfecta. 

Pero lo ideal era la casa por dentro. Tres habitaciones pequeñitas, una cocina comedor que daba al patio, con una pequeña chimenea. Todo muy bien amueblado, sin grandes lujos pero tampoco cutre. Gente modesta de muy buen gusto. La cocina totalmente equipada, llena de armarios con utensilios básicos que ya no deberemos llevarnos. Un alivio. 

El señor dijo que no quería nada, que para él era un estorbo y un quebradero de cabeza. Yo encantada. Pero lo más impresionante es el pequeño estudio taller. Al entrar en la casa, a la izquierda hay unas escaleras que llevan a un altillo y ahí se abre un pequeño estudio que da a una terraza. En esa habitación tenía el taller la señora inglesa. Diferentes mesas bien distribuidas, una con una máquina de coser, otra como mesa de corte. Diferentes estanterías con telas y cientos de botecitos con abalorios. Una pequeña encimera con un lavamanos y una lavadora al lado. Una puerta corrediza daba a la terraza.

Los de la inmobiliaria me dijeron; la casa es pequeña pero tiene encanto. Y vaya si lo tiene!. El señor ya no tiene mucha fe en venderla, porque hubieron muchas visitas pero nadie la quiso comprar. Sólo le preguntaban estupideces, como cuánto costaría poner una piscina y quién podría cortar el árbol...

Mientras recorría la casa creí que iba a morir de la suerte que habíamos tenido. El señor inglés notó mi entusiasmo. Cuando chillé al ver el taller de su difunta esposa, creo que ahí supo que se iba a forjar una linda amistad de esa compra-venta. 

No teníamos que comprar muebles, ni electrodomesticos, ni utensilios de cocina. Había de todo y todo con un gusto exquisito. ¿Cómo no hacer el esfuerzo de comprarla?

Pudimos además acceder a un pequeño crédito para gastar en una reja doble para un pequeño cerramiento lateral de la casa. Para que Maduixa pudiera estar de un lado y Palito y Coquito del otro en el mismo momento y no pudieran encontrarse, ni siquiera pasar una pata o un hocico y así evitar desgracias. 
Es lo que tiene tener un perro chungo que nunca quiso sociabilizar.

Podríamos tener un pequeño huerto y en los laterales del gran muro plantar calabazas. 
En el fondo del terreno pondremos una pequeña casita de madera dónde guardaremos las herramientas y quizás unas tumbonas de verano. 

Miré al señor inglés y le dije que cuando estuviéramos instalados íbamos a invitarlo a comer. Sus ojos brillaron. Creo que le gustó mucho la idea. 

Al fin su casa encontró a los propietarios perfectos. 



Nota: Cuando me encontré mejor, después de una semana con dolor de cabeza, de estómago, sin comer y con una urticaria en todo el cuerpo impresionante...escribí en mi cuaderno todo lo que había imaginado con gran detalle en esos días. Hoy me dió por pasarlo al blog. 
Es bonito imaginar. 
Y quién sabe...es cuestión de empezar a buscar la vivienda soñada...¿no?