domingo, 23 de febrero de 2014

No es para tanto





Miraba hacia la nada sin advertir que estaba llorando. Un sentimiento efímero manchó sólo un instante el blanco perfecto de su mente: "no es para tanto".
 
Objetivamente no era para tanto, pero la objetividad fue desterrada de la tierra de las emociones para jamás volver.
Ella se había ilusionado con una vida distinta. Dicen que las ilusiones son el motor de la vida. Mentiras, las ilusiones son la desgracia de la vida. Nadie debiera ilusionarse por nada. Lo que tiene que ser, será a su debido tiempo, nunca antes, nunca después.

Desde el fondo del camino la montaña presenciaba muda cada uno de los dramas que esa ciudad, pequeña y bonita, albergaba cada día. En especial la miraba a ella, inmóvil en un banco de la plaza desierta.
De las nubes grises del invierno parecía descender una niebla espesa que completaba el cuadro desolador de su alma.
 
Hacía mucho frío.
 
Podía sentir como el dolor circulaba por su cuerpo. Era un dolor distinto a otros. Ella conocía el dolor de los hechos, éste era un dolor por lo que no sucedería. Lo que no sucede habita en el mundo perfecto de las ilusiones. Su fulgor jamás será opacado por la realidad inexorable.
 
Saldría adelante, lo sabía, lo sentía. Se las había visto en circunstancias peores y había triunfado, estaba ahí y esa era la prueba, pero ya no quería seguir peleando.

Podía observar como desfilaban intercalados recuerdos tiernos y esperanzas truncas. Las lágrimas, que no cesaban, acompañaban sin enturbiar esas imágenes queridas que ingresaban a su sentir sin filtro ni anestesia. Le hubiese gustado poder odiarlo, pero no se lo merecía, él también era una víctima, podría decirse.
 
Un sonido lejano la volvió a la realidad justo a tiempo.
"No es para tanto", se dijo como para convencerse, mientras volvía a la vida.




martes, 18 de febrero de 2014

Y tú...¿qué quieres?



Cuántas veces nos han preguntado en la vida...¿y tú qué quieres ser de mayor?...no recuerdo qué quería ser yo...supongo que nada bueno...

Ahora mucho peor...a mi me gustaría ser de mayor Miércoles Adams...la dulzura personificada...con esa mirada limpia de... si pudiera te clavaría un cuchillo en el corazón.

¿Dónde queda el límite de edad para soñar? ¿Para cambiar de vida?. O quizás para estudiar una carrera, para saltar en paracaídas, para cambiar de trabajo, para subir una montaña, para bucear, para encontrar nuevas amistades, para críar gallinas, para enamorarse,  para disfrazarse, para tener una guerra de almohadas, para leerse "El Quijote", para tener un blog...¿dónde?
¿Quién nos dice, quién nos marca esa fina línea? Nosotros mismos. Es una obviedad.

Nada bueno, sería ahora yo. Sin escrúpulos, sin sentimientos. Fría y calculadora.








domingo, 16 de febrero de 2014

En la derrota...fue solo un sueño.





Mi corazón... pesa mínimo una tonelada
Un ejército de pies... golpeando en mi cabeza
Quizás ...voy a despertar un día con la noticia
que toda mi vida..fue solo un sueño.
Y quizás...estaré mejor sin ti
Me dejaste aqui...con todos estos pensamientos.
He escrito un trillón de palabras, caminado un millón de millas
dormí sobre cristales rotos
Sólo para no perder tus sonrisas
Viajo por ti... alrededor del mundo.
Coleccionando momentos...
oh que absurdo!
Para traer tu belleza, para traer tu alegria
Me hubiera gustado ser ...
un niño pequeño
¿Dónde está el silencio... que me prometiste?
¿Por qué esta distancia... tan cerca de mi? 
¿Por qué tu violencia... todavía me hiere?
¿Por qué  tus ojos... me evitan?
Déjame decirte... Gracias
Por todo lo  que me has dado.
Gracias
Por todo lo que  has hecho.
Perdóname
por decirte una última cosa...
Te Extraño 
y espero que escuches esta canción.
 
Me muero por ti ¿lo puedes ver?
Estoy mintiéndote... Para que seas libre.
Tengo hambre de ti
¿porque no puedo comer? Me desvanezco...
En la derrota.

 
 


Aire de Alma.






Le vio a lo lejos. Demasiado para acercarse y decirle que no estuviera triste. Él no lo merecía. Nadie lo merece. Pero nadie es dueño de sus sentimientos. La alegría y la tristeza son emociones imposibles de controlar. Y siempre pertenencen a alguien o a algo. Ella quería gritarle que no se preocupara que siempre estaría a su lado.Eso es lo que ahora sentía.La vida se hace distinta en cada soplo de aire. Nadie sabía qué podía ocurrir...ni ellos mismos. No soportaba su dolor, lo sentía como un fuego devorándola en su interior. Deseaba correr hacia él y abrazarlo,hasta que dejara de sentir ese miedo triste a la incertidumbre de las cosas que no tienen nombre. Deseaba fundirse en su ser, aunque supiera que sería por unos instantes. Los meses se convierten en días y los días en minutos y los minutos...en aire.
Habría un momento que el tiempo se detendría sólo para ellos.
El destino también aguarda en las esquinas, esperando el momento oportuno para que seas feliz.
No estés triste quería gritarle. Nada es tan importante.
Y recuerda: Hay almas viejas, hay almas que lo consiguen. Pasan cientos de años, pasan miles de años. Almas que se encuentran y consiguen contra viento y marea lidiar con la vida y amarse.








sábado, 8 de febrero de 2014

Adagio.


No te muevas...-imploró.
Y sus ojos volvieron hacia la cama donde ella reía. La luz del amanecer bañaba su cuerpo y resaltaba su piel blanca, con todas y cada una de sus imperfecciones. Ella cerró los ojos y escondió su cara entre su pelo.
La música de Bach se escuchaba de fondo en la habitación. Sabía que le fascinaba. El Cd estaba en modo de repetición y sonaba una y otra vez el mismo Adagio.
Ella tenía una manera graciosa de levantar las piernas,morverlas al son de la música y mirarlo desde la cama. Parecía un pequeño gatito jugando con las sábanas, entreteniendo sus manos en hacer surcos, en allanarlas...estiraba los brazos, se tocaba el pelo, apoyaba su mano en su barbilla y volvía a sonreírlo con ese mohín que le ponía de los nervios.
Necesitaba saborearla de nuevo, se conformaría con unas pocas horas. Y besar sus labios muy despacio. De nuevo. Con esa necesidad de la primera vez de emocionarse con el tacto de una nueva piel. Pero quería su piel. Como la primera vez.
El sonido tosco del violonchelo con el arco rozando las cuerdas y haciendo exclamar de dolor las notas tristes le hizo dar un respingo.
Decía que solo quería sentir amor. Esas fueron las palabras que repetía una y otra vez y no dejaban de resonar en su cabeza. No era tan difícil sentirlo cuando todo el mundo a su alrededor decía tener esa capacidad.Pero ella quizás un poco distinta y su nivel demasiado alto, demasiado.Sólo para él.
No te muevas...-volvió a repetir.
Pero la imagen de ella se desdibujaba poco a poco. Como las briznas de sol que se colaban entre las cortinas. Y su cuerpo se cubría de cicatrices. Y él no podía reprimir las lágrimas.
Ella le volvía a sonreír y su alegría le partía el alma. Volvió a dirigir los ojos hacia la cama.
Era imposible dejar de verla. Imposible dejar de oírla.
El recuerdo intenso y el dolor encarnizado.
No servía de nada decirle que no se moviera cuando su existencia ya solo era una nota de nostalgia en su cabeza y su ausencia cubría la habitación y su corazón.










miércoles, 5 de febrero de 2014

Perdón por no perdonar.



El perdón es algo difícil de alcanzar. Ahora está de moda decir que uno ha de perdonar para seguir avanzando. Avanzar...¿hacia qué lugar? ¿hacia la luz? ¿voy a ser más feliz ?¿descansaré en paz? ¿alguien se lo cree?
Somos todos muy místicos últimamente.
Hay cosas imperdonables en la vida. Imperdonables. Y me hace gracia la gente que te habla de perdonar...gente que nunca vivió nada imperdonable. 
Que la vecina te manche las sábanas de lejía...puedes perdonarla... que te mientan en algo, que te acusen de algo...vayamos a más...puedes perdonar que te atropellen en un paso de cebra...el tip@ iba despistad@ o de cualquier manera, pero no lo hizo a propósito...puedes perdonar, hasta que te atraquen...si piensas en la desesperación o que sé yo que más cosas puedes pensar para compensar el susto...puedes hasta perdonar que te roben el marido antes de casarte...fíjate de lo que me libré...podría hasta decir con el paso de los años...anda niña!! qué suerte tuve...
Aún así es todo un proceso...para perdonar situaciones y actos.
Pero hay otros imperdonables. Y vivimos con ellos. Muchas veces nunca en la vida salen a la luz.
Los que salen pueden doler demasiado. Los que conviven con nosotros hemos de sobre llevarlos.
Dicen que puedes perdonarte a ti mismo. Quizás.
Por no haber hecho más, por no poder hacer nada, por...no sé...
Pero me niego a pensar que  para avanzar tienes que perdonar.
Y sí...quizás una parte de tu alma te duela por ese rencor. ¿Y la otra parte? La culpable de tu no perdón...¿Vive tranquil@?  ¿duermen tranquilos?  La gran mayoría sí.
Entonces...para qué perdonar lo imperdonable.
La mayoría intentan olvidar. Pero hay cosas inolvidables.
Me disculpo. Perdón por no perdonar.

martes, 4 de febrero de 2014

Una esquina del tiempo.


Grafitti en una calle de Lleida.

...Coincidieron los dos, años atrás,
en una esquina del tiempo y del espacio.
Pero después el mundo siguió girando y se perdieron...

Rosa Montero. Amor ciego.