jueves, 8 de agosto de 2013

Tu Manera de Dejarme de querer.




Dijeron que ella había saltado desde la última ventana de ese edificio viejo. Habían encontrado sus zapatos de tacón en el suelo, bajo la ventana.


Miré hacia arriba, no quería subir allí, me daban pánico las alturas.

Pero me intrigaba su historia. Tuve la impertinencia de distraerme pensando en ella.

Sus piernas largas y juveniles, no sólo las recordaba, las sentía alrededor de mi cintura.

Subí la escalera, dejando que mi cuerpo flotara al llegar a la puerta del apartamento. Aspiré el aire cansino y cargado de muerte.

-¿Dónde estás querida, ahora? – Con tus largas piernas, tu cuerpo de infarto y tu carita de niña buena.

-¿Qué te hizo saltar?

Lo lamento tanto…una historia tremenda la nuestra.             

Tu apartamento está oscuro, pero mis ojos se adaptan rápido y una serie de imágenes placenteras se cruzan en mi mente.Todavía noto una serie de aromas: vainilla, canela y otras especies que se mezclaban con tu piel. Y tu pelo rubio de caprichosos reflejos me sumen en  unos deseos que exigen satisfacción.

Me apoderé de ti.
-Ah! Querida…siempre careciste de voluntad…

La habitación estaba perfecta. En orden. No había fantasmas.   

Creo que estallaré.
Tus zapatos. Sí. Ahí están.

Te recuerdo sentada encima de mí, sin nada, con tus zapatos…Era tan fácil adivinar mis pensamientos, siempre te entrometías en mis reflexiones íntimas, siempre sabías qué necesitaba.

-¿Quién fuiste antes de mí?

Me acerqué a la ventana y se apoderó de mí una inmovilidad como si las briznas de sol que se colaban por las cortinas fueran fragmentos de hielo. Miré hacia abajo.

Me gustaría volverte a ver vestida sólo para mí y contemplarte en mi solitaria intimidad porque es como si la vida no se hubiera percatado de tu muerte. No puedo librarme de tu sabor y de tu olor.


Pero  saltaste. Al fin.

Es tu manera perversa de dejarme de querer, lo sé. Contemplé la ventana blanca y vacía, demasiado alta para todo.

Mis debilidades. Te atraparon.

Mi amor ya no te conmueve. Menudo castigo.
Una historia tremenda la nuestra.

16 comentarios:

  1. Joder, y tan tremenda. Pone los pelos de punta. A mí me lleva a rincones que no quiero recordar. De esta entrada me quedaré con las piernas alrededor de mi cintura.

    De pie.

    Un beso :-)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es que soy tannnnnn romántica......que me pierdo...

      No recuerdes...solo tenemos que recordar todo lo bueno...que luego la tristeza nos puede y no va bien para la salud...ni para la cabeza...

      Así tengo yo esas ideas...que me salen cuando no puedo dormir y son las tres de la mañana...manda narices...

      Gracias Sbm!!!! un besazo!!! buaj...!!! je,jeeee

      Eliminar
  2. La frialdad del amante al recordar los sucesos de una histora sin sentimientos. Subsisten en él precisos recuerdos sensoriales que no tardarán en volverse vagos para terminar desapareciendo. Después de todo sólo había sido sexo, también para ella.
    Le inquietaba desconocer el motivo de la decisión extrema, pero en el fondo tampoco le importaba, había otras mujeres dispuestas. Le hubiese gustado una despedida sexual, sólo eso.
    Me encantó la historia
    Un besote

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si los sentimientos de las personas pudieran medirse, si hubiera algo para calibrar la intensidad en que sienten algunas personas, seguramente hasta nos asustaríamos...
      ¿qué es capaz de hacer una persona por otra? ...

      ¿Cómo puedes "ver" todo lo que escribo de esa manera? es fantástico...
      Me alegro de que te guste la historia.

      BEsaZosss!!!

      Eliminar
  3. Impresionante!!
    A veces las debilidades llevan a saltar al abismo... (no el mío ehhh :P)

    Me encantan las historias desgarradoras
    Besos abisales

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Graciassss!!!

      si...esta historia es un poco terrorífica...¿cómo sería querer de esta manera?
      mejor no saberlo...
      tu abismo está a salvo!!!!!!!!!!!!!!

      besotesssss

      Eliminar
  4. Me encanta. A veces es la única forma de dejar de querer, no?
    Inquietante. Me gusta. Me ha atrapado.
    Besos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola guapa!!!!

      gracias!!!
      vaya manera de hacerlo...pero he conocido a gente que se quieren y "desquieren" al límite de todo... bueno...espero que no hasta ese punto...

      Yo solo lo escribo...je,je...bueno...lo intento...
      gracias!! me hace ilusión que te guste....
      que tonta soyyyyyyyyy

      Besosssssssssss!!!!!

      Eliminar
  5. Siempre he creído que el suicidio es la salida de los valientes, no de los cobardes como se piensa habitualmente, y si además, le agregas el componente que se suicidó saltando al vacío, ya es de quitarse el sombrero.

    Su despedida, estoy segura, lo dejará marcado para siempre...

    Me ha encantado tu post!!! EXCELENTE.

    Petonets maca

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Laura...
      tu siempre tan y tan amable!!!!

      Si...creo que un tipo así necesita una despedida de este calibre ...para que pueda recordar toda su vida...aunque hay algunos, que dormirían la mar de tranquilos igualmente... una lástima la diferencia de sentimientos...

      Un petonasss molt gran!!!
      y gracias!!!





      Eliminar
  6. Bonita historia. Lo que pienso es que no se merece ese final irrepetible nadie. Ni aún el que decide suicidarse.
    La vida merece la pena cuidarla.

    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Siempre me sorprenden tus comentarios tan cargados siempre de buenas vibraciones y tan optimistas. Me gusta mucho.

      Muchas gracias!!!

      un abrazo!!

      Eliminar
  7. Existen maneras tremendas para intentar dejar de querer pero ni siquiera la muerte garantiza su eficacia.

    Un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buena reflexión Juliette...

      igual de estremecedora que el relato...

      gracias...un abrazo enorme!!!

      :)

      Eliminar
  8. Conmovedora, creo que sobran las palabras.
    Me tienes totalmente atrapada con tus letras!!!
    Un beso

    ResponderEliminar
  9. Eres como un colibrí que se perdió entre muchas historias...
    Esos pajarillos son muy hermosos.
    Como tú.
    Un abrazo linda.

    ResponderEliminar