miércoles, 30 de julio de 2014

Y entonces, lluvia de verano...






¿Saben lo que es la lluvia de verano?

          Primero la belleza pura horadando el cielo de verano, ese temor respetuoso que se apodera del corazón, sentirse uno tan irrisorio en el centro mismo de lo sublime, tan frágil y tan pleno de la majestuosidad de las cosas, atónito, cautivado, embelesado por la magnificencia del mundo.

          Luego, recorrer un pasillo y, de pronto, penetrar en una cámara de luz. Otra dimensión, certezas recién formadas. El cuerpo deja de ser ganga, el espíritu habita las nubes, la fuerza del agua es suya, se anuncian días felices, en un renacer.

          Después, como a veces el llanto, cuando es rotundo, fuerte y solidario, deja tras de sí un gran espacio lavado de discordias, la lluvia, en verano, barriendo el polvo inmóvil, crea en las almas de los seres una suerte de hálito sin fin.

Así, ciertas lluvias de verano se anclan en nosotros como un nuevo corazón
que late al unísono del otro.

Muriel Barbery
La elegancia del erizo



2 comentarios:

  1. Me encantó esa novela. Y me chifla la lluvia en verano, la huelo antes de caer y me siento como la protagonista de la historia.

    Qué foto más refrescante!

    Un beso,

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  2. Este libro me encantó...creo que no subrayaba tanto un libro últimamente como hice con éste... frases ideales...y párrafos auténticos...

    No sé...supongo que habrán otros buenos libros...pero a mi me gusta leer sencillo.

    MUaaaaaaaaaaAaaa!!!!

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