miércoles, 26 de junio de 2013

LA GRAN OBRA DEL SENTIDO...



Virgen santa, ¿qué hago?

Siempre está la vía de la facilidad, aunque me repugne seguirla. No tengo hijos, no veo la televisión y no creo en Dios, todas estas sendas que recorren los hombres para que la vida les sea más fácil. Los hijos ayudan a diferir la dolorosa tarea de hacerse frente a uno mismo, y los nietos toman después el relevo. La televisión distrae de la extenuante necesidad de construir proyectos a partir de la nada de nuestras existencias frívolas; al embaucar a los ojos, libera el espíritu de la gran obra del sentido. Dios, por último, aplaca nuestros temores de mamíferos y la perspectiva intolerable de que nuestros placeres un buen día se terminan. Por ello, sin porvenir ni descendencia, sin píxeles para embrutecer la cósmica conciencia del absurdo, en la certeza del final y al anticipación del vacío, creo poder decir que no he elegido la vía de la facilidad. Sin embargo, cuán tentada me siento ahora de hacerlo.


Muriel Barbery
La elegancia del erizo

2 comentarios:

  1. No comparto todo lo que dice Muriel Barbery, sobre todo lo que hace referencia a los hijos, pero si te vale, es lo que hay...
    Ánimo!!!!
    Si quieres hablar, sabes donde encontrarme.

    Petonets maca

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    Respuestas
    1. Me ha gustado este libro...y si que comparto muchas de las cosas que dice...pero yo soy un poco rara...ya te darás cuenta...:)je,je...
      Gracias Laura! eres mágica!
      Besos.

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