lunes, 9 de enero de 2023

DECISIONS...DECISIONS...DECISIONS...





Cualquier cosa que hacemos depende de una decisión. Hasta lo más simple. 
Beber un vaso de agua, ducharnos, cruzar la calle, responder una llamada, pasear el perro, comprar. Todo conlleva una decisión aunque sea automática. Y esa decisión nos cambia el rumbo de la vida.

Para mi no hay decisiones buenas o malas. 
Las buenas te ayudan y las malas te hacen aprender. Pero no podemos escapar de ellas. Las importantes te marcan; te guían hacia algún lado o te estancan. 

En 2016 me lié la manta a la cabeza y tomé una decisión. No en un segundo, ni en quince minutos ni en horas...fueron años... La oportunidad se mezcló con una especie de huída, ahogo o tristeza que arrastraba mi vida.  O toda una vida. 
No. Mi vida no era mala. Mi vida era como cualquier otra. 

Tenía todo lo que uno necesita. Pero a veces en esa vida presente pesan más las cicatrices. Y yo tenía muchas. Demasiadas. Las sigo teniendo. 

No creas que por vivir en otro lugar los costurones desaparecerán. No. La mierda siempre la llevas contigo, como bien dicen por ahí, cargándola como una mochila. Una mochila que no se despega de tu espalda si no haces nada por aligerarla.

Así que decidí cerrar una vida de 45 años para empezar otra nueva en la otra punta del mundo. Diez mil kilómetros me separaban de todo. 

El trabajo que me esperaba duró poco tiempo. El caos de una ciudad gigante me engulló. El ruido del tráfico hizo que me pasara tres meses sin dormir más que tres o cuatro horas al día. Que me levantara de mal humor. Mis amigas no entendían mi decisión y cada vez que hablaba con alguna me decían: puedes volver. Y sí. Es obvio. ¿Pero y si no quería? Y ¿si mi decisión era adaptarme para no volver?

Adaptarse a otro país no es nada fácil. No tienes amigos, referencias...no tienes nada de nada. Sólo las ganas de tener otra vida. Siempre mejor de la que tenías, claro está. 

Ser europea en Buenos Aires ayuda mucho. Sobre todo ser española. Los argentinos aman todo lo relacionado con España. La mayoría son descendientes de emigrantes que huyeron de las guerras. 
Eso siempre fue un plus. Y que son todo amabilidad.

En el 2018 en unos de esos propósitos de Año Nuevo decidí que debía cambiar mi mentalidad y dejar de ser esa especie de bicho solitario que parece que no necesita a nadie. La verdad era que me hacía falta tener mujeres a mi alrededor,  ir a desayunar, hablar de pavadas, compartir. 
Me di cuenta que extrañaba toda esa vida social tan intensa que tenía en el Maresme. 
También un nuevo trabajo, hacer las paces con esta ciudad y tener un hobby que me ayudara a pasar el tiempo que tenía sola. 
O lo conseguía o me volvía. 

Está claro que si aún estoy aquí en el 2023 es que conseguí lo que me propuse. 
En el camino se quedaron muchas cosas, que por ser como soy, no recuerdo si es que no me siento delante del portátil y me exprimo el cerebro. Porque lo malo siempre queda en algún rincón escondido. 
Soy positiva aunque  no lo parezca. Pero lo soy porque a base de pensar y escribir lo que no me gusta sale la parte que busco: la parte buena de las cosas. Las que valen la pena. 

En este viaje que hice a mi casa hace dos meses me di cuenta de lo adaptada que estoy aquí. Tan adaptada que se me hace cuesta arriba pensar en que quizás, quizás deba volver.  Eso también hace que siempre ande a la deriva. Sin un proyecto a futuro. Viviendo el día. Y algunos pensarán, caray! lo que todo el mundo anhela! vivir el presente. 

Pero vivir el presente tiene sus desventajas. Y más cuando ya empiezas a ser una "señora mayor" a la que encontrar un trabajo nuevo no le será tan fácil. 
Y han pasado siete años. Que se dice pronto. 
Donde todo cambia a una velocidad terrorífica. Donde tus amigas ya no lo son o cambiaron tanto que no tienes nada que decirte. Donde estabas acostumbrada a una vida que ya no te pertenece. Que no existe.
Donde debes empezar de cero. 

Es volver a emigrar. A construir de nuevo una cotidianedad. A crear monotonía. Rutinas. 
Porque por mucho que odiemos los humanos nuestra vida diaria, sin ella, sin esa zona de confort que nunca valoramos, estamos perdidos. 

Todavía falta para tomar esa decisión. Pero es algo que está ahí. 

Cada día me encuentro a alguien que me mira con sorpresa. Alguien que desearía irse a vivir a España, así sin pensarlo. Alguien que tiene un amigo, hijo, hermano que se ha ido. Que "me afirman" que allá se vive muchísimo mejor. Que no pueden entender que yo esté aquí. No es broma. Es casi a diario. 

Luego están los que nunca se irían y que siempre trabajarán para conseguir una Argentina libre de ladrones. Para conseguir un futuro mejor para sus hijos. 

Yo no sé qué futuro habrá aquí si sigue el populismo pero tampoco sé qué futuro habrá en la Europa de las guerras. La verdad que el mundo está complicado en todos lados. 
Encontrar un hueco y hacerte una vida depende de muchas decisiones. 
Esas decisiones que te quiebran la cabeza que te ponen triste o alegre. 

Igual me quedo con este tipo de decisiones que no son "de vida o muerte". 
Son para seguir adelante.







22 comentarios:

  1. Buuffff ¡qué valiente! yo vivo a menos de 400km de donde nací y aun lo extraño. Bueno, no, no extraño el lugar, porque cada vez que vuelvo me ocurre como a ti, me doy cuenta que mi casa ya no está allí, extraño a mi familia - el caso es que tampoco viven ya allí- pero sí, les extraño y me moriré extrañándoles, así que no quiero ni imaginarme lo que es vivir a 10.000km de tu casa. Lo dicho, eres una valiente.
    Y sí, todo son decisiones, algunas las tomamos nosotros y otras, las toma la vida por nosotros. Sobre lo de volver a quedarte, me parece tan difícil de decidir como cuando te fuiste, sea como fuere tienes razón, la mochila va contigo, así es que cuando llegue el momento, si llega, descuélgatela de la espalda - la mochila - y decide sin sentirla sobre ti, porque el lastre, aunque cueste, hay que soltarlo para poder elevarnos; )

    Me ha alegrado muchísimo ver que habías vuelto a escribir, yo ya lo sabía y por eso te esperaba aquí ; )

    Un beso JUDIT!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es como dices María, volver sería igual de difícil. Tienes que empezar de nuevo. Los comienzos son tremendamente complicados. Ya veremos qué hacemos. E intentar ir con una mochilita pequeña 😜
      Gracias por tus palabras María.
      Eres pura energía!!
      Besazosssss

      Eliminar
    2. Gracias a ti por las tuyas en todas partes! ; )
      Tú sí que eres estupenda! -te veo por muchos lugares- una de las cosas que más me gusta de la blogosfera es esta posibilidad de observar el comportamiento humano en diferentes circunstancias...parece una tontería pero si te fijas durante algún tiempo, a veces puedes llegar a conocer a alguien casi tanto como fuera. Aquí vamos con nuestros sentires a rastras y eso fuera no se suele ver, salvo que te lo permitan ; ) En fin, que solo me pasaba para dejarte un besito y mi gratitud ; )

      Disfruta de este primer viernes del año, donde sea que estés, aprovecha todo lo que tienes ahí, seguro es mucho muchísimo!!

      MuaksS!

      ; )

      Eliminar
    3. Muchísimas gracias hermosa por tus buenos deseos! E igual te digo! graciasssss y buen fin de semana!!!!

      Eliminar
  2. Si consideras la posibilidad de volver, es que quizás debas volver. Es como si hubiera algún cabo suelto; como que el asunto no está atado del todo, ¿no?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Creo que es más una sensación. Pensar que aquí pueda ir todo a peor si este gobierno continúa. Es una lastima. Este país tiene ya un 40 por ciento de la población pobre y no parece que esto vaya a remitir. Eso crea más inseguridad y decadencia. La inflación no para y cada vez el poder adquisitivo baja más. Sé que en España también ha cambiado todo mucho pero no se puede ni comparar. Quizás el que más ganas tiene de irse es mi compañero pero claro, él es argentino y sus abuelos de Navarra. Quizás sus antepasados lo llaman ..no sé...
      Abrazoooo

      Eliminar
  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  5. Ay. Maman, a lo largo de mi vida he empezado de nuevo muchas veces, aunque nunca desde una distancia tan brutal, pero sé muy bien lo que es empezar una nueva etapa de cero:

    Incorporarme a un mundo desconocido después de 10 años de internado completamente sola, sin apoyos, sólo un trabajo para mantenerme... Separarme con dos niños pequeños...

    Cambiar de ciudad, de profesión, de casa muchas veces...

    Enfrentarme sin esperarlo a la enfermedad...

    Y ¿sabes?, al final puedes con ello y vas construyendo un mejor ser humano... Más valiente, más empático...más compasivo también.

    En general me atraen los cambios, la incertidumbre de cómo irá, porque me agobian las rutinas, pero fácil nunca es.

    Y sí, o dejas mucho lastre atrás o si viajas con la mochila llena no hay nada qué hacer, un lugar no cambia nada.

    Creo que si sientes que debes volver hazlo, al final como te dicen por ahí muy sabiamente es que habrá quedado algún hilo del qué tirar.
    De lo único que me arrepiento en este vida es de haber alargado situaciones que sabía que no me estaban aportando nada.

    Un abrazo grande. Me encanta leerte.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Los cambios tienen algo de atrayente pero como dices no es fácil. La verdad que los kilómetros complican todo y la incdertidumbre mundial no ayuda en nada. Uno tiende a proyectar un futuro mejor pero quién lo sabe últimamente...La verdad que salir de un internado después de diez años no quiero ni imaginármelo porque además eres alguien chiquito sin experiéncia de nada. Muy traumático Tesa...Supongo que eso te dio las fuerzas para ser como eres y siempre ir hacia delante. O no sé.
      Las fuerzas uno nunca sabe de dónde las saca...
      Gracias siempre por contarme aunque no te lo creas siempre me ayuda mucho leerte.
      Eres una gran persona. Gracias Tesa.

      Eliminar
  6. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  7. Qué interesante tu entrada. Me ha sobrecogido especialmente porque yo no sería capaz de ese salto. Soy un animal de costumbres y me cuesta alejarme de lo muy familiar. Algo como lo tuyo me parece como escalar un pico alto, altísimo, practicamente imposible. Pero coincido contigo en lo que dices de las decisiones. A nuestra edad(tenemos la misma) ya vamos viendo por donde va el asunto. Empieza a dar un poco igual lo que decidas porque ya luego el destino se encargará de hacer lo que le dé la gana con tu opción. Y tu aprenderás del camino que has elegido y te adaptarás a este.
    Y también coincido sin haber volado tan lejos, que lo que eres lo llevas contigo. Abandonar una vida no significa que te abandones a ti mismo. Esa mochila tuya no te la puedes dejar en ningún lugar. Más que a la espalda la llevas dentro.
    Sea como sea y decidas lo que decidas tú sí estás preparada todavía para empezar de cero. Más que la mayoría. El camino a tu primer país siempre será más fácil que a la inversa.
    Lo creo firmemente. Saludos desde esta Barcelona desde la que me quejo tanto pero ya ves, no me arrancan ni con agua caliente.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Sergio,
      la verdad que escribir esta entrada me ayudó un poco a definir globalmente estos meses. Escribir un mini resumen y pensar un poco en todo me va bien.
      Leeros me va mejor. Porque cada persona desde su perspectiva me da herramientas para valorar un poco todo lo que me está pasando. Así que muchas gracias.
      Y dices que estoy preparada para empezar de nuevo y la verdad no lo sé. Tengo mucho miedo, esa es la verdad.
      La edad no perdona y eso también hace que uno se piense muchísimo más las cosas.
      Esa zona de confort...sí...difícil alejarse de lo que uno está acostumbrado, ¿verdad?
      Besazos Sergio y gracias!

      Eliminar
  8. Que difíciles resultan los cambios... unos más que otros, aunque parece que has sido valiente en los tuyos. En todas partes hay cosas buenas i malas, así que la mejor opción puede ser , quedarse allí dónde uno se sienta bien consigo mismo....
    Un saludo ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Artur,
      Alguna vez me han dicho eso de valiente...y de verdad que no me veo así...la valentía siempre se la adjudico a otras coasas, no sé ...Pero te doy las gracias por ello.
      Y lo que dices es muy cierto, uno debe estar donde se sienta bien. Eso es muy importante.
      Muchas muchas gracias por tu comentario.
      En breve te visito!

      Eliminar
  9. Para mí empezar de cero está sobrevalorado. Me explico. Es necesario tener la oportunidad de hacerlo cuando lo necesites, pero ese empezar de cero en otro sitio, sola, en plan aventura que ahora se sobrevalora en ciertos círculos, es un asco porque empezar de cero, lejos de los que quieres, a veces no conociendo el idioma, tener que adaptarte, es muy muy difícil y cuanta más edad tenemos, más difícil. No es imposible, pero es duro. Y también lo que comentas, que siempre llevamos una mochila a la espalda.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

      Eliminar
    2. Es como cambiar de trabajo pero a lo bruto Dorotea. Yo a veces cuando te leo te imagino cambiando de trabajo y pienso que aunque encontraras algo mucho mejor, adaptarte te sería difícil. Siempre tendrías ese miedo a cagarla, a no encajar, a que no vaya bien...
      Es un poco así. Siempre tienes esa cosa en la panza y la edad en esta sociedad en la que vivimos no ayuda mucho, la verdad. Sumemos la mochila.
      Es complicado tomar este tipo de decisiones.
      Pero no sabéis lo mucho que ayudáis con los comentarios!!! Muchas muchas gracias guapetona!!!!

      Eliminar
    3. A mí me pasa igual. Agradezco mucho vuestros comentarios porque me ayudáis a pensar en las cosas desde otro punto de vista aun cuando estéis de acuerdo conmigo. :)
      Espero que todo te vaya muy bien, Maman, tomes la decisión que tomes.
      Un beso enorme.

      Eliminar
  10. Discúlpame, borré el comentario porque pensé que me respondías a mí y eras Dorotea Hyde.
    Lo siento, no suelo borrar ninguno de mis comentarios.

    ResponderEliminar
  11. Hola Eva!
    Ayer y hoy estuve curioseando tu blog, que casualidad que aterrices por aquí! Me alegra un montón. Gracias!!!
    La verdad que leyéndote me haces reflexionar y da para otra entrada...Rehacer o hacer...
    es una buena pregunta que como dices la decisión será lo más fácil al fin y al cabo.
    Yo también quise una vida totalmente diferente de la que tenía, hasta en lo más estúpido, como por ejemplo la ropa, en cómo vestía, el trabajo...Y terminé con una copia exacta de mi vida anterior. ¿es posible eso?
    Pues parece ser que sí. Es posible, yo lo hice.
    No sé qué haré ahora , ni como será lo que decida pero no va a ser fácil porque ahora tengo un poco más de miedo que antes...y el miedo no es un buen aliado.
    Me encantó tu comentario Eva. Gracias.

    ResponderEliminar