viernes, 12 de septiembre de 2014

Juzgar la violencia.




La luz de la cocina está encendida, hoy no pude evitarlo, salí a la terraza y asomé la cabeza. Los gritos son desgarradores.
Le ví a él en una milésima de segundo y a ella salir detrás profiriendo los gritos.
-Hijo de putaaaaaaaa!!!! gordo asqueroso!! hijo de la gran puta!!!!!!
Y los insultos siguieron uno tras otro. Un portazo.
-¿Crees que puedes irte? gordo de mierdaaaa!!!

La piel se me eriza. Tengo mucho frío...y estamos a más de viente grados. No puedo dejar de mirar la cocina de mis vecinos. Los gritos son un poco más débiles. Están en otra habitación.

-¿Cómo va todo? ¿Te adaptas al apartamento y al edificio?
-Sí gracias. Es muy tranquilo- y le miro. Es un hombre de metro noventa. Normal. 
Viste correcto y es amable. 

Recuerdo los primeros gritos. Y recuerdo haber pensado en ese día.
Las apariencias engañan...¿mi vecino maltrata a su mujer? Vaya desgraciado. Los gritos no parecen engañar, pero no escucho bien que dicen, sólo la voz de ella.
¿Qué hago? ¿Llamo a la policía?
Parece que ya no se oye nada...son la una y media de la madrugada. Bueno...no llamo.
Todo parece en calma.
Pasan los días. Las semanas.
Hay alguna trifulca más, pero por lo que sea no pongo atención.
Dejo de pensar en mis vecinos.

Ella es una mujer alta y flaca, de pelo muy largo. No sé qué aspecto tiene, jamás me la he cruzado en la escalera. Sólo tengo su imagen clavada en mi retina a través de la puerta de su cocina.
Esa manera tan característica de ir detrás de alguien y amedrentarlo con ese odio.
-No quiero tener hijos contigo!! ni quiero follar contigo!! Me das asco! Ascoooo!!! Porque tú me pegas hijo de puta!!!!... ¿¿¿???

Y siguen los improperios.
Me tiemblan las piernas y no consigo dominar mi tristeza.
Hoy casi son las dos de la mañana. No he llamado a la policía y me arrepiento. Ahora pienso que quizás nunca nadie haya llamado antes. La gente no quiere meterse en problemas.
Y todos tenemos mucho aguante con las broncas conyugales ajenas,pero no con la música alta o los perros que ladran.
Los gritos siguen un poco más en la cocina y en la puerta de la entrada.
-Vete si quieres hijo de puta!!!! veteeeeee!!!!

¿Por qué no se va?¿Le pega de verdad? Yo sólo la oigo gritar a ella...e insultarle de esa forma tan escalofriante...pero a veces la violencia genera violencia...
Por otra parte...un hombre de metro noventa con una flaca al lado que le insulta con ese odio que pone los pelos de punta...
No sé qué pensar...me siento fatal...

¿Cómo una pareja puede hacerse eso? ¿Cómo pueden hacerse tanto daño?
A mi no me valen excusas baratas. Lo siento.
Ni una sola.
Ella no le quiere. Le habla con odio, le reprocha y lo peor, le insulta.
Él quizás le pega... No hay excusa posible ni para una cosa ni para la otra.
¿Por qué lo hace la gente de humillarse y maltratarse de esta manera?
Está claro que no se quieren. Relaciones tóxicas, las llaman...de dependencia...

Oigo la puerta de la entrada que se abre y se cierra de un portazo.Alguien baja las escaleras corriendo. Él. En menos de diez minutos, se vuelve a oír la puerta. Ella.

No puedo más. Salgo al balcón. La imagen es surrealista. La flaca con un camisón de tirantes blanco, largo hasta los pies, ceñido a su cuerpo.
En medio de la calle buscándole a él, claro.
Me supera. Me voy a la cama.

Odio toda esta mierda y a este tipo de personas que se hacen daño gratuitamente.
Ella y él. Dos desgraciados en una espiral de la que seguramente no saben salir.

Hago algo que no debo hacer: Juzgar. Sin saber.

Yo que me jacto de mi paciencia también sé que hay cosas que no perdono y con las que soy intolerable. No puedo con las injusticias.

De esta historia: Los dos.
Lo injusto de dos personas que se hacen daño sin ningún tipo de necesidad.
No estés con nadie al que no soportas. ¿Cuál es la necesidad? ¿Cuál es tú castigo?

No habrá próxima vez. Cada vez que la oiga gritar llamaré al 092.
 A ver quien se aburre antes, ellos o yo.
Quizás cuando vean a la policía en su puerta se den cuenta de que algo no funciona entre ellos...¿no?

Quizás hasta les deje en el buzón la tarjeta de un psiquiatra y de un abogado.
Ya veo que deberé cambiar de apartamento...
Mi tristeza hoy me puede. Y sé que es así porque tuve que escribirlo...tal y como fue.

La realidad supera siempre la ficción.
Y es tan triste...



8 comentarios:

  1. Es muy penoso... penoso que sucedan estas cosas y penoso no saber frenarlas, ponerles fin.

    Supongo que desde dentro, viviéndolo en primera persona no se ve con la misma nitidez que desde fuera. Sea como sea, tal y como dices, qué necesidad hay?

    Y triste también el pasotismo de la gente, o es que sólo les oyes tú? La próxima vez no lo dudes, llama a la policía, quizás hagas la obra de caridad del día, o, tal vez no pero por lo menos podrás dormir!

    Un petonarro carinyet!!!

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  2. Dear Maman,

    Cada uno comparte sueños, cama y macarrones con quien le viene en gana, asi que no podemos jugar a tus vecinos porque desconecemos si el sujeto A maltrata al sujeto B o viceversa o se maltratan entre ambos, si sufren, si les gusta, el caso es que en medio de esta guerra sin cuartel estás tu como testigo de excepción siendo espectadora de una función para la que no has pagado y que sólo deapierta en ti repugnancia y un total rechazo.

    Yo no lo dudaba ni lo más minimo, la próxima vez llamaba al 112 (Mossos d'Escuadra) para que les hicieran una grata visita a ver si asi, hechaban el cierre al corral de comedias que montan en tantas ocasiones, se les cae un poquito la cara de verguenza y tu a lo único que asistas sea al espectáculo de tus propios sueños, lo que setá señal de que te dejan dormir.

    Se valiente y haz lo que seguro ningún vecino se habrà atrevido a hacer: denunciar el maltrato fisico y psicologico al que se someten ellos, y al que atienten tu descanso y violenten tu tranquulidad.

    Tuya suempre Badgi

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  3. Yo llamaría rápido a la policía. Y eso si no me pilla de mal humor y empiezo a aporrearles la puerta. Pero no es él quién la maltrata a ella. Se maltratan ambos. Esos insultos son maltrato del psicológico y del que no se va fácilmente. Y si ella le dice eso es que no le tiene mucho miedo así que tal vez en esta historia no hay nada claro. Así suele ser en la realidad. Claro que yo tampoco debería juzgar. De todos modos el maltrato de ella es obvio. El de él hacia ella no se ve. Mejor dejárselo todo a la policia.

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  4. Mi querida Maman, a mi de entre todas las cosas que me aterrorizan, la que más me encoge el corazón es la violencia verbal. Sé que son muchas las caras de la agresividad que nos rodean, sé que hay un cordón invisible que une todas y cada una de las violencias.
    Pero siento que la verbal, el golpe certero de una palabra dicha en voz alta con la clara intención de lastimar, es monstruosa. Y lo más triste de esto, es que las personas que practican el insulto, la amenaza, el grito, lo hacen cada vez con más naturalidad, da igual si la distancia es grande o si es dentro de nuestras propias casas, herimos de manera implacable como si no fuéramos conscientes del daño que hacemos.

    Y si, es muy triste !!

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  5. Mi querida MB!!!!!!!
    Es muy triste y desgarrador y da miedo escuchar esos gritos, esas peleas y no saber qué hacer, pues en estos casos siempre pensamos, qué se arreglen ellos, yo no me meto que luego salgo perjudicada...que llamen a la policía otro vecino...pero la verdad es que quisieras hacerlo y que se acabara de una vez y poder irte a dormir tranquila.
    Hay relaciones muy dañinas y lo peor es que se acostumbran a ello, a faltarse al respeto, se quieren a su manera, una manera nociva para los demás pero ellos no lo ven así, porque si no...porqué no se separan??, serán felices siempre gritando e insultándose??.
    Yo no sé que haría hoy, algún grito escuché a mis vecinos diciendo ella: ya no me vas a pegar más!!!! y sin embargo nunca escuché golpes o peleas, solo ella llorando, ya se acabó, parece que están normal.
    Es un tema muy delicado, no sabemos dónde está la delgada línea de la indiferencia y el compromiso, la intromisión y la solidaridad.

    Un beso gigante, cariño!!!!!!!

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  6. Hola

    El otro día vi a mi vecina cara a cara, es una mujer joven. Yo la encontré muy guapa. Me hubiera gustado poder decirle que puede tener una vida mejor, si ella lo deseara. Que podría encontrar un hombre al que querer de verdad. Que no debe conformarse. Que nadie debe conformarse. Por no estar solo, por miedo, por lo que sea. Uno debe ser valiente y tener la vida que desea. Y que merece. Él y ella. Porque juntos no la tienen y separados podrían tener esa oportunidad.
    Pero...no puedo inmiscuirme en lo que no debo. Ni puedo ir de "sobrada" y meterle un gran sermón (ganas no me faltan, aunque yo también tenga un montón de problemas, aunque por suerte, no ese...)

    Si que llamaré a la poli si hay una próxima vez...quizás se den cuenta entonces que los vecinos están al tanto de sus historias...y les de por pensar.

    Cualquier tipo de maltrato es imperdonable. Pareciera que el mundo mejora y según qué cosas se van dejando atrás. Pero yo no creo que sea así. Creo que todo empeora, aunque ahora hay maneras de denunciarlo.
    Pero nada se soluciona sin una base. Si no se enseña la igualdad desde casa. Si no se enseña lo que está bien y está mal.
    Si no se enseña a pensar por uno mismo. Que es lo que ahora no se está haciendo. La gente no razona ni piensa. La gente hace las cosas por inercia o por prohibiciones. No por razonar. Y ahí está el problema. En todo.
    Y que todo "parece" normal, los insultos, las peleas, el maltrato...Entra todo dentro de la "normalidad" de la "anormalidad"...
    Sigo diciendo que es una pena todo.

    Y si...donde queda mi indiferencia y la de los demás...por miedo, por no meterme, por lo que sea...yo por suerte no tengo miedo cuando tomo cualquier decisión, quizás soy lenta en tomarla, pero cuando la tomo, voy a por todas. Entonces ya no tengo miedo,ni si quiera si tuviera que vérmelas con ellos cara a cara. Que es lo que mucha gente me dice...ohhh...no te metas, porque si luego él o ella te dice algo...por haber llamado a la policía...
    Bueno...entonces sabrán lo que pienso...ahí si que ya no me ando con rodeos, ni buenas palabras.

    Gracias a todos! ojalá nadie tuviera que verse con historias de éstas. Ni de vecinos, ni de amigos o familiares...siempre es una lástima y un problema lidiar con cosas así.

    BESOS A TODOS!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!




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  7. Ojalá fuera un cuento. Una pena que no lo sea.

    Hasta hace un par de meses, he tenido como vecino a un desgraciado que maltrataba psicológicamente a sus hijos. Tres años y medio de escuchar los fines de semana alternos sus voces, sus improperios, su manera de llamarles inútiles (hace tres años eran muy pequeños), su desprecio. Los llantos desconsolados de los niños.

    Todos los fines de semana alternos, desde las ocho de la mañana del sábado, me preguntaba si la madre (eran padres separados o eso deducía yo de que estuvieran un fin de semana sí y uno no, más o menos, en mi bloque) estaría al tanto de lo que pasaba con sus hijos cuando los dejaba con el padre. Si ella los trataría mejor.

    Y también me preguntaba a mi misma y me pregunto todavía (hace un par de meses que se mudaron y ya no he vuelto a saber de ellos) por qué no tuve nunca los huevos de llamar a la policía. Ojalá los hubiera tenido. Ojalá.

    Besos

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    1. No sé porqué todavía tenemos todos un sentimiento de no meternos "en problemas ajenos" ...por evitar problemas, por miedo a las represalias, nuestras y quizás de los maltratados...pensamos tantas cosas...
      Cuando hay niños de por medio todavía es peor...
      No sé...de verdad...no sé porqué le metemos tanta paciencia...
      En donde vivía antes tenía unos vecinos que llamaban día si y día también a la poli porque siempre había algo que les molestaba...un coche mal aparcado, el perro que ladraba (con eso eran muy pesados)...cualquier cosa...me hubiera gustado ver si hubieran llamado a la policía si fuera algo importante...
      Qué se le va a hacer...

      Un enorme beso Berta!!! gracias por venir!!!

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