jueves, 24 de noviembre de 2022

Garabatos



Durante veinte días he querido escribir sobre sensaciones. Sobre volver. Sobre qué sentía. Pero si he de ser sincera conmigo misma no sentí nada. Sigo sin sentir nada. 
No sé cómo describirlo porque veo que  ya no se me da nada bien escribir. 
No fluyen las palabras que imagino en mi mente. Sé  que perdí la costumbre y vuelve a dolerme pero no quiero hacerme pesada con eso. Debo encontrar la manera de hacerlo sin más y el porqué no lo sé. 
Creo que mi pareja se ha dado cuenta y en el penúltimo día de viaje paramos en Fnac y me regaló una Chromebook. 
-Para que no te dé pereza escribir. Es pequeña y te cabe en tu mesa de trabajo.

Y aquí estoy, sin trabajar pero escribiendo sobre mi viaje relámpago a Girona.  Diez mil kilómetros en 12 horas de un tirón. Diecisiete días para hacer trámites que debían ser presenciales, hacer compras, ver a la familia y quedar con amigas. 
Lo tenía todo organizado.
Hasta bloqueé a "ciertas amigas" en instagram para que no supieran de mi viaje. Tenía toda mi agenda planificada y programada toda una estrategia de marketing para mi trabajo uniéndolo con el viaje. 
Además debía comprar piezas en Barcelona que no encuentro en Buenos Aires debido a la restricción de este gobierno a las importaciones y las ganas de joder a la gente que quiere trabajar. 

Después de cinco años sin viajar pues la verdad obvié mi odio al avión y me puse en "modo feliz". Tenía ganas de ver a mi madre y andar con ella. Tenía ganas de pasear con mi pareja y enseñarle dónde tuve mi tienda, dónde vivía... caminar por la playa, ver el mar...Esta vez era como volver a un lugar extraño, lejano. 
Con recuerdos escondidos en mi mente.

La vida se encarga de desbaratar toda tu organización y planes. Y al quinto día de aterrizar nos pillamos los dos una gripe de caballo. Ese calor en noviembre al mediodía para ir en manga corta y de pronto a las siete de la tarde estar  a tres grados y nosotros en mangas de camisa.

No puedo idealizar ni un viaje. Yo soy de realidad. Pero esto me pilló desprevenida. La última vez que estuve en Girona en 2017 me pasé una semana en cama con una bronquitis aguda y con la que tuve que cambiar el billete de vuelta. 
Creo que el universo intenta decirme algo.

Siento frustración. Tenía muchas ganas de hacer muchas cosas, más de las que tengo normalmente. Estaba en plan zen, contenta. No iba a enfadarme con nadie de la familia. Sólo tenía 17 días.

Pasaron literalmente en un chasquido. 

Girona me pareció una ciudad más limpia y ordenada que antes. Casi me da por tirarme al suelo y hacer la croqueta. A pesar de que los de mi alrededor se esforzaran todo el tiempo por decirme lo contrario. Los edificios están limpios, las aceras intactas, la basura en su lugar, el tráfico controlado. Los precios de las cosas después de cinco años han subido un poco pero nada escandaloso. 
Como no comparar con esta Argentina que se cae a pedazos, que se rompe y nadie arregla.

Escucho las quejas, el IBI a subido mucho, las hipotecas, los suministros, la comida, los impuestos...puedo entenderlo, pero me paseo por Girona, Barcelona, por Banyoles, por Mataró...buscando algún indicio de  decadencia. No encuentro ninguno. Sigue siendo un país lleno de tiendas donde encuentras cosas, muchas cosas a precios baratos. Donde la rueda del consumismo no termina nunca. Donde vender es fácil y comprar mucho más. 

Esta entrada es una mezcla de muchas cosas que no sé cómo ordenar. Dije que no sentía nada. Y quizás no es cierto. Quizás pensé que sentiría pena al volver. Dolor. 

Sólo sentí dolor cuando vi a mi perrita Witch. Cuando me fui hace siete años decidimos que Witch, Vaca y Mapache se quedaran  a vivir con mi ex pareja para no hacerlos volar. Sé que fue una buena decisión pero la sensación de abandono nunca se va de mi estómago ni de mi corazón. 
Mapache murió hace cuatro años y Vaca murió cuatro días antes de que yo llegara. 

Cuando pienso en mi casa desgraciadamente no pienso en Girona, ni en mi familia, pienso en mis perros. 
Y la sensación definitiva que ahora tengo es que ya no me queda nada de esa vida aquí.

Witch me hizo ver que ya no me reconoce como familia.

Alguien puede pensar que no soy muy justa con mi madre. Pero mi madre tiene su vida y siempre puede comprar un billete de avión y venirse. Si quiere.
Las personas pueden tomar decisiones. 

Mi sensación después de sentarme a escribir es que mi lugar de nacimiento no me representa. La vida que tuve no me representa. Quizás es la edad. No lo sé. 

Este viaje desastroso de 17 días me hizo sentir que no quiero regresar. Aunque esté en un país al que nadie entiende. Y menos yo. Un país en el que todo aumenta cada quince días. Donde el desorden y la decadencia están en cada esquina. Donde la resiliencia de las buenas personas resurge a cada obstáculo que les ponen. Donde a nadie se le caen los anillos por tener dos trabajos y buscarse la vida para seguir adelante. Donde muchos quieren irse para tener un futuro mejor, como muchos jóvenes españoles se van a otros países por lo mismo. Pero que otros se quedan aunque tengan que remar en dulce de leche.

Que extraño es todo.

Este es un escrito que si hubiera sido hecho a mano estaría lleno de garabatos.






El destino 
contra tu voluntad
en las buenas y en las malas
esperará 
hasta que te entregues a él





13 comentarios:

  1. Te ha salido un texto del tirón y desde el corazón.. la vida es extraña, nada más.

    Tomamos decisiones que marcan nuestras vidas y lo hacemos casi a ciegas, sin información porque muy poco depende de lo que hagamos o queramos. La vida es un ir y venir de sitios en los que no quieres estar a sitios en los que debes estar... Con el corazón tirando para un lado y el cerebro para el contrario...

    Al final, eso, la vida es extraña y parece que nunca acertamos, ¿verdad? Y quizás no, no acertamos, pero entre medias vivimos y, bueno, eso es mucho, ¿no?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es así Beauséant, nada podemos hacer con la vida que nos empuja hacia dónde ella quiere por mucho que a veces nos esforcemos hacer algo diferente. Tengo la suerte de no arrepentirme de mis decisiones pero eso no quiere decir que duelan algunas de ellas, no porque esté mal sino por algunas cosas que dejas atrás y que te gustaría siempre tener al lado. Y digo cosas por no decir personas, animales...Como dices; mientras vivimos, que es mucho!!!
      es lo mejor al fin y al cabo!!
      Porque hay buenos y malos momentos pero estamos para contarlos. Y no me puedo quejar , la verdad !
      Un abrazo gigante

      Eliminar
  2. Un escrito hecho con la piel en carne viva, para no poder escribir, has redactado una pequeña maravilla donde has volcado tus sentimientos.

    El poeta Sabina dice en una de sus canciones que no se debería volver al lugar donde has sido feliz, y quizás tenga razón el maestro.

    Yo sigo viviendo prácticamente donde nací, aunque como buen culo inquieto, he viajado bastante.
    No siento apego por el lugar donde vivo, porque hace algún tiempo descubrí que mi hogar cabe en mis bolsillos, y porque estas convulsiones político-separatistas que hemos padecido aquí me han demostrado que existen conciudadanos míos que me consideran un extranjero, a pesar de haber nacido aquí y hablar el mismo idioma que ellos, incluso mejor que alguno de estos "talibanes" independentistas.

    Y por eso he descubierto que mi única patria está en el hombro de mi compañera de vida, y en el lomo cálido de mi perro. Y allí donde estemos juntos, estará mi patria y mi hogar.

    El tiempo y la vida transcurren mientras hacemos planes de futuro, y los lugares y las gentes están en constante cambio. Un pestañeo de un par de años, y todo ha cambiado a nuestro alrededor.

    Comparas la vida en Argentina y en Cataluña. Estoy al tanto de lo que sucede ahí, y a veces se me encoge el corazón, porque considero que el pueblo argentino, la buena gente que tenéis ahí, no se merece esa situación.

    Pero danos tiempo a nosotros en España, a medida que crece la degeneración política y la social, no tardaremos mucho en sufrir vuestros problemas.

    Ahora mismo escucho una canción de Serrat grabada al principo de los noventa, donde denunciaba nuestra degeneración social. Desde entonces hasta ahora, ha sido imparable

    Me he alegrado mucho de leerte otra vez.

    Un beso sincero.

    ResponderEliminar
  3. P.D. La Canción de Serrat es : "A quién corresponda", seguro que la conoces.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias!!! No la recordaba y hoy la busqué en Youtube. Serrat es muy grande 😃 muchas gracias!!!!!!!!!

      Eliminar
  4. Un relato hecho desde el corazón y "corregido" por el cerebro. Ya sabes aquello, maman de si quieres q

    ResponderEliminar
  5. Se me cortó antes de tiempo, te decía que "si quieres que los dioses se rían, cuéntales tus planes" Eso lo he aprendido en mi última mudanza y también, como dices, que tu hogar está en los seres que quieres y cuando ellos faltan, como tus perros, ya no tienes hogar.

    Quizá te entienda tan bien, Maman, porque he tenido una vida itinerante, como de titiritera, y muchos momentos de desasosiego...Porque un día te despiertas llena de nostalgia, y al otro feliz con tus decisiones que son tuyas y piensas que eres valiente al tomarlas y salir de tu zona de confort, y al otro no sabes lo que quieres, aunque sí, lo que no quieres...

    Y necesitas el Arte para ponerle un poco de armonía y belleza a la rutina, a la cotidianidad... Pero a veces el Arte te abandona y no acude en tu ayuda cuando más lo necesitas...

    Resumiendo que no te ocurre nada raro, es que buscas, y mientras buscas estás viva y abierta a las experiencias que te ofrece la existencia...
    Como dice alguien que quiero, las personas sensibles sufrimos mucho, pero también disfrutamos más.

    Ojalá pudiésemos decir como Neruda en nuestro final aquello tan redondo de "confieso que he vivido"
    Un abrazo grande

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ay Tesa! me encanta leerte! me siento respaldada por ti, arropada. Es difícil a veces hacernos entender, saber qué nos pasa, qué sentimos y pensar que quizás somos unos exagerados, no sé...Me identifico mucho contigo cuando dices que un día te despiertas llena de nostalgia y otras feliz. A veces no sabes si estás haciendo lo correcto pero quieres tirar hacia delante porque no queda otra y ya tomaste las decisiones que pensaste mil veces.
      Me sigo sintiendo un poco extraña pero no sola. jejeje

      Muchas muchas gracias Tesa, es un placer leerte porque estás llena de sabiduría adquirida por tus propias vivencias y eso de verdad que reconforta.

      te mando un gran abrazo!

      Eliminar
  6. Hola What!!!!
    Ahí rescaté tu súper comentario. Y como ya te dije te agradezco en el alma. Por tomarte todo este tiempo, por semejante reflexión. Algo que me gusta de las personas es la capacidad de aprender cosas nuevas, de adquirir ideas o pensamientos a los cuales quizás uno no llegue y otra persona te hace ver. Me encanta. Soy muy cazurra pero siempre siempre me gusta escuchar opiniones diferentes y saber cómo piensa la gente. Aprendo mucho. Y muchísimas veces cambio mi forma de pensar, soy muy permeable a pesar de mi cazurrismo...no sé si se puede ser de las dos formas, creo que sí, jejeje

    Sobre el pasado What...lo único que pienso de él es que nos condiciona un poco/bastante la vida. Si puedes manejarlo sólo te quedarán cicatrices, más o menos hondas, más o menos visibles pero esas cicatrices están ahí y te hacen ser la persona que eres. Con ayuda, con autocontrol, viviendo de manera consciente y en paz hará que ese pasado con esas cicatrices sean más llevaderas y no te molesten tanto. Pero el pasado muchas veces te persigue aunque ya no esté ahí. Aprender a fluir sin resistencia como dices , no es una tarea fácil.
    Yo que ya me considero una "señora mayor" a veces creo que estoy a mitad del camino de todo. Todavía debo aprender muchas cosas...y aceptar esos cambios como bien dices.
    De nuevo te doy las gracias. Y te mando un gran abrazo.
    Gracias What

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es alucinante pero se volvió a borrar el comentario...que raro me parece...lo voy a volver a copiar pero en dos veces...



      Soy catalán, nací y he vivido siempre en Barcelona.
      La verdad es que es una entrada escrita con el corazón, y coincido con lo que te dicen los que comentan. No te pasó nada raro ni fue un viaje "desastroso", aunque pillaras un gripazo. Sencillamente la vida y la realidad son como son, "tozudas" e indomables.
      Verás, voy a decir una serie de cosas que quizá te resulten o te suenen raras. Espero no parecer un bicho raro ni herir tus sentimientos. Es que las soltaré en plan bruto, de forma esquemática, para no extenderme e ir más rápido. Digamos que es una visión trascendente de nuestras vidas (o eso pretendo).
      El pasado. Has retratado "tu vida (pasada)", pero has retratado básicamente el pasado. Y como dice el budismo, uno de los rasgos de la realidad es la transitoriedad. Todo es devenir, todo pasa para nunca más volver. Es así. Así que tú (verdaderamente) no eres el pasado. Krishnamurti también decía que el ego, el sujeto, el pensador, el observador son... el pasado. O sea, básicamente la identidad individual, el yo. ¿Y si no somos esa identidad individual, en el fondo, ese yo? No somos el pasado. Somos básica o fundamentalmente inteligencia o conciencia, "vestidos" con o envueltos de esa identidad concreta, circunstancial. Si te suena a chino esto rescato una frase que tú misma has escrito: "mi lugar de nacimiento no me representa. La vida que tuve no me representa". Exacto. Y en realidad esa identidad desplegada a lo largo de x años, por increíble que parezca, tampoco nos representa (con todas las cosas que ha vivido). Porque el ego no existe en realidad, solo es una construcción, una imagen, algo creado como si fuera un puzzle, a base de experiencias, recuerdos, emociones, ideas y un interminable etcétera. Visto así cuadra lo que "te ha pasado" y esa sensación de extrañeza.

      Eliminar
    2. En cierta forma, si somos estrictos, ya no somos la misma persona que ayer... ni que hace 2 horas (como mínimo, biológicamente somos dos horas más viejos, aparte de otros eventos que pueden influirnos y cambiarnos). Así que lo tengo claro: el ego en verdad no existe, solo mental y psicológicamente, pero somos un conglomerado de cosas, no un ser con una realidad tangible. Lo siento, ya dije que sonaría extraño. Las sensaciones de extrañeza que has experimentado las podemos experimentar todos, mirando hacia atrás, o a otras épocas de nuestra vida (fíjate, en aquel tiempo hacía esto o pensaba esto o iba con tales compañías, qué distinta era, qué distinto era mi yo). Ja ja, ahí está condensado todo. Por eso todo es cambiante y transitorio.
      Has escrito esto el día 24. El 25 hizo dos años que murió mi madre. Todo es devenir y nada se detiene. De la misma forma que hablas de la muerte de tus perros. Sí, todo son seres queridos, que es lo que importa, salvando las diferencias. Lo que quiero decir es que el río de la vida es imparable y no hay nada fijo, y eso incluye una identidad teóricamente inmutable, el yo. Ja ja, paparruchas, es una falacia, una ilusión.
      La vida fluye, formamos un todo con ella y debemos aprender a fluir sin resistencia y sin dolor, aunque cueste.
      Bien, hasta aquí. Ojalá esto te haga reflexionar un poquito. Se puede aceptar una continuidad pero uno debe tener claro que entonces hay que aceptar los cambios y por tanto la transitoriedad.
      Saludos.

      Eliminar
  7. Hola.
    Muchas gracias a ti por el rescate desde las profundidades ignotas y abisales, ja ja.
    El pasado... evidentemente sí que creo que nos condiciona, bastante o mucho, ya dependerá de cada persona. Sí, nos hace ser quienes somos, conforma nuestra identidad "mundana" y convencional. A pesar de todo insisto porque creo que existe una dimensión mucho más profunda del ser humano, y que es esa inteligencia (etc.) que trasciende lo personal y circunstancial. Profunda pero a la vez absolutamente inmediata y sencilla, pues somos...¡este momento presente, siempre, incluso con total ausencia de observador/sujeto! Sí, de nuevo suena a marciano.
    Javier Cercas, un excelente escritor del que leí "El impostor" tiene suculentas reflexiones sobre el pasado. La más acertada y que más me ha hecho pensar es ésta:
    "El pasado nunca pasa (del todo)". Ahí van dos más:
    "Sin el pasado el presente está mutilado".
    "El pasado no es ajeno al presente, es una dimensión del presente".
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es muy fuerte What!! pero se borró de nuevo el comentario!!! Hoy me di cuenta y ahí lo volví a rescatar del mail. Pero me parce muy extraño...es tremendo blogger...

      Me apunto este libro para leerme. Me gustan esas frases y me las guardo!!!
      Besazos!!

      Eliminar