jueves, 9 de julio de 2015

Bailando con la Muerte. Recuerdos.





Tenía cinco o seis años. Recuerdo perfectamente en qué casa era. Vivíamos en Girona.
Me sentaba en el suelo del comedor con las piernas flexionadas en cruz y me quedaba embobada mirando la televisión en blanco y negro. 
Eran tardes de verano.

Mi madre trasteaba limpiando la casa. Y de vez en cuando me miraba desde la puerta.
-¿Qué miras cielo con ese interés?
-La tele.
-Ya veo...
Siempre he sido de poner atención a todo. Seguramente tenía los codos apoyados en mis piernas y las manos bajo mi mandíbula aguantándome la cabeza. Hay cosas que no cambian. Como sentarme en el suelo. Cruzar las piernas. Mirar al tendido y pasarme horas pensando. Intentando comprender las cosas que suceden.

Los recuerdos son extraños. Aparecen un buen día sin más. 

Mi madre al final se acercó y miró hacia el televisor.
-¿Te gustan?
-Mmmm
-¿Por qué te gustan? 
Estoy convencida que seguí mirando a la pantalla sin mirarla a ella.
-Son bonitos.
-Si Judit, lo son.
-Me gustaría tocar su piel. Pero sudan mucho mami...
-Ah,si? ¿cómo sabes que sudan?
-Jolin...fíjate...brillan...-y sé que la miré como diciendo...Aay! que ver...

Mi madre me miró con ternura y pena. Entonces no entendí su mirada. Hoy recordando la situación, la vuelvo a ver.
-No reina...eso no es sudor...es sangre.
Seguro que fruncí el ceño. 
-Es sangre -repitió.
Me imagino a mi misma mirando otra vez atentamente la pantalla e intentando procesar las palabras de mi madre. 
Cambié el sudor por sangre. 
Ese líquido viscoso, rojo como los polos de fresa que nos hacía ella.
O cuando me corté un día el pie y empecé a sangrar. 

Tardé unos minutos. El choque visual fue brutal. En blanco y negro.
Me quedé mirando el televisor y a ese señor vestido tan gracioso . Con esos movimientos casi de baile. Y ese animal majestuoso, gigantesco, delante suyo. 
Los dos danzando al unísono. Danzando con la muerte.

-¿Estás bé petita

Asentí con la cabeza.
Y arranqué a llorar. Me pasé media tarde llorando.
Era una niña de muy pocas lágrimas. 

Sentí un dolor punzante en el estómago. Vi sangre en la arena. Vi sangre en su hocico. 
Vi sangre en el hombrecillo. Vi sangre en el caballo.
Vi litros de sangre en todas partes.
La sangre chorreaba de su lomo, de las heridas...brillante y oscura. Pegajosa.

Luego observé a ese animal  majestuoso, caer de rodillas delante de ese ser pequeño que levantaba los brazos con su gorrito en mano y hacía un gesto de victoria al público y de nuevo se giraba prepotente y miraba de cerca su triunfo.

Algo se rompió en mi aquella tarde.

Luego, por desgracia, la vida te muestra que puede hacerlo muchas más veces. En cada una de ellas me alzo más convencida que el ser humano es despreciable. 

Y con la edad me doy cuenta de su necedad. 

Ahora comprendo algo que antes no entendía, hay personas que se han quedado con la imagen en blanco y negro del sudor de ese animal.






Me gustaría alguna vez poder dialogar con alguien sincero. Alguien que no se acobarde de ir en contra de "unos cuantos...".Alguien que me diga:
Sí Maman Bohème soy taurino o simpatizante con estas fiestas. Me gustan los toros.
Sé perfectamente que se les inflige dolor, sé que sufren. 
Pero aún así soy capaz de abstraer mi mente a ese hecho y disfrutar del espectáculo.
No siento vergüenza ni me escudo detrás de palabrería barata, ni me víctimizo con los insultos con los que a veces he de lidiar por personas que no me comprenden. 
No ataco a los que me atacan porque soy libre de que me guste algo que "todavía" no está prohibido.
Y me gusta porque...y me explique.
Yo asentiré con la cabeza. Ni voy a intentar cambiar su manera de pensar, ni darle argumentos, ni nada. Ya me dijo lo más importante. 

Todas las personas con las que he hablado a las que les gusta cualquier fiesta relacionada con los toros, todas se justifican y atacan. 
Nadie nunca ha querido, ni quiere reconocer algo obvio. Que el animal sufre. 
El toro está criado para eso. Vive de puta madre toda su vida. No siente dolor. Está hecho para ésto...etc,etc,etc.

Señores. Sean dignos, sean valientes. Odio a los cobardes. 

El toro es un mamífero artiodáctilo, de la familia de los bóvidos, dejen de joder.
Tienen un sistema nervioso igual al nuestro y responden psicológicamente como nosotros.

Sean consecuentes con lo que les gusta. Y no se ofendan porque hay gente que no puedan entenderles. Con un par. 




29 comentarios:

  1. Olé! Fuera la hipocresía!!!Si te gusta admítelo y si no lucha para que se acaben los toros, como se han acabado otras "tradiciones" como la caza del zorro, la cabra del campanario, los animales en los circos , etc. etc.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Uno lucha por lo que cree justo.
      O lucha por uno mismo y por lo que le duele.

      Eliminar
  2. Caray, lo de la sangre me ha dejado clavada! Es verdad..yo también recuerdo ese sudor brillante...😞 si el argumento ese de que viven de puta madre y no pegan ni golpe es la justificación para hacerles sufrir en un espectáculo estupido, pues ya podríamos meter a nuestros políticos en el ruedo, no?

    ResponderEliminar
  3. Me gustan muchas cosas: la pintura, la música, la literatura, pero no me gusta ni toda la pintura, ni toda la música ni toda la literatura. Esa es la diferencia entre los individuos. ¿Cómo sé que algo me gusta? Cuando me hace sentir algo especial dentro de mí. Eso me pasa con la tauromaquia. No me gusta todo lo que veo, pero algunas faenas, algunos lances, el toro en el campo, me hacen vibrar por dentro. Claro que reconozco la fiereza, incluso la violencia en determinados momentos de la lidia, pero nadie es cirujano porque le guste la sangre ni estudia tanatopraxia porque le guste la muerte. La lidia no siempre es agradable en un sentido ecléctico pero cuando se da la comunión de toro y torero sientes una emoción como cuando escuchas una sinfonía que comprendes y disfrutas.
    Los sentimientos son difíciles de explicar y, desde luego, en cualquier situación es más fácil opinar que describir, por eso todo el mundo opina.
    Me gustan los toros, la tauromaquia, porque me hacen sentir algo especial, como otras disciplinas pero comprendo perfectamente que no es un espectáculo para todas las sensibilidades.
    Con lo que estoy en desacuerdo es contra los insultos y la hipocresía de quien "carga" contra la sensibilidad de otros sólo por no comulgar con sus gustos e ideas mostrando una agresividad que dicen rechazar y, además, contra el ser humano en una generalización inadecuada.
    ¿Debe uno justificar por qué le gusta el color azul?

    ResponderEliminar
  4. También querría aportar esta otra reflexión que es uno de los últimos post de mi blog:
    Mira que me metéis caña con los toros. A los antitaurinos -me refiero a los de la "crítica feroz", no a los de educado diálogo, a los que comprendo aunque no comparta su opinión-, les ocurre como esa gran contradicción de la izquierda radical europea, que debe aceptar el euro y la política monetaria común porque lo desean los ciudadanos, pero que sueña con una moderna autarquía disfrazada de soberanía.
    En su discurso en defensa del toro tiran de un memorial de agravios que, según ellos, se cometen con los animales. Los memoriales de agravios son un género literario muy antiguo. Fueron célebres en el siglo XVII y todo el mundo sabía que para ser eficaces y conmover a los jueces debían estar escritos en tono llorón y lastimero. Otro ejemplo son las "Lamentaciones de Jeremías" del Antiguo Testamento.

    ResponderEliminar
  5. un placer haberte encontrado
    Las corridas de toros nunca las vi personalmente Supongo que no me gustarian

    ResponderEliminar
  6. Maman, no sé a ti, pero a mí... ¡me han convencido!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¿Te convencieron?...
      No te cortes que ya ves que este es un espacio libre...vuelve a reescribir tu comentario...seguro que lo primero que te vino a la cabeza precisamente no era éste...
      Un besote hermoso

      Eliminar
  7. Estoy totalmente de acuerdo con tu reflexión. También me identifico con lo de esas contestaciones antitaurinas. Y yo tampoco intento convencerles. Sacaré mal rollo pero no los cambiaré. Finalmente me quedo con eso de que reconozcan que el placer está en ver sufrir a un toro o en esperar que lo sufra el torero. Que lo admitan. Todos tenemos oscuridades. Esa es una oscuridad. Te gusta el toreo porque te han enseñado a amarlo y ahora que lo amas no sabes qué hacer con ese amor tan poco defendible bajo la luz de la razón. Prefiero "un sé que está mal pero me gusta" que una justificación infantil. Nadie se cree a sí mismo malvado. Los nazis se justificaban lo que hacían a los judíos a sí mismos y se decían que eran una comunidad terrible, que eran un enemigo despiadado, que tenían que obedecer órdenes... Así que nada de justificaciones. Aunque los argumentos de Pitt son inteligentes(él lo es) objeto: nadie tiene que justificar que el color azul es azul, ese ejemplo es endeble. Porque te guste un color u otro no torturas ni asesinas animales o personas con eso. Incluso amar que te metan mortadelas en el culo es poco atractivo visualmente pero no necesita justificación si el que lo hace lo disfruta y no daña a nada ni nadie. Aquí sólo se pone en tela de juicio que se ame algo destructivo. O que se ame y se intente disimular con eufemismos. Los toros desaparecerán algún día porque el mundo avanza(aunque no lo parezca) y esa fiesta responde a una "sensibilidad" atávica y atroz.
    P.D. Por supuesto no es buen método insultar a los anti-taurinos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ante opiniones tan autorizadas y de personas, como es el caso de S. a las que respeto y admiro (sobre todo por el halago que me hace, jajajaja), estoy repasando mi criterio sobre los animales. De momento con información en las numerosas páginas que existen en internet y la verdad es que encuentro cosas muy inteligentes, sensatas, de justicia, y muy atractivas y razonables. Así que me voy a convertir en un animalista y a la mierda todos esos comportamientos nazis de holocausto animal. Incluso estoy pensando dedicar mi blog a la defensa animal, de sus derechos, que deben ser como los derechos humanos -menos el derecho a trabajar que también hay que abolir en su vida, nada de circos, ni zoos, ni mierdas de esas, trabajar, que no trabajen- pero hay que darles casa, comida, asistencia veterinaria, cariño, libertad -también soy partidario de, mejorando la libertad humana, no sean responsables de sus actos y que puedan mear en las calles o morder sin resposabilidad penal sino sobre sus dueños en caso extremo- quiero hacer como si dijéramos como una sociedad para mayo gloria animal. No sólo se debe este cambio a la reflexión en el beneficio animal sino que me he dado cuenta que es una postura mucho más popular y "caes" mucho mejor y, la verdad, me gustaría ser normal, tener amigos.
      Os iré informando de mis avances y agradezco que se me abran los ojos hacia el universo de la protección de los animales. De momento estoy investigando sobre la extinción del mono choro de cola amarilla (Oreonax flavicauda) y el murciélago zorro volador filipino (Acerodan jubatus), un animal bellísimo este último, y a ver que se puede hacer por ellos quizá que alguien los crie en su domicilio o algo así, en fin, ya veremos. Otra cosa muy interesante que he encontrado es el veganismo, que en su página "elhogarprovegan.org", publica un interesante artículo sobre el hecho de hacer veganos también a nuestros perros, para que gocen de los mismos beneficios de esta forma de vida -más que dieta diría yo, pues es algo más grande- que tantos beneficios aporta.
      En fin, que más deciros. ¡Por la abolición de las corridas de toros!¡De los Bous al carrer!¡De las fiestas populares con ganado bravo!¡Por la abolición de las granjas industriales!
      Ah, se me olvidaba, maldigo a todos aquellos que tienen un gato de compañía por su simple deseo de satisfacción y ¡lo han castrado!¡abolición de la castación gatuna -también en los humanos en este caso-!¡Salvajes incivilizados! Si sbéis de alguien que tiene un gato castrado, me lo comentáis. Muchas gracias.

      Eliminar
    2. Sergio,
      Creo que tu comentario es más fácil de entender que cualquier "justificación" de mi parte.
      Y a ti no te consideran de "los de crítica feroz"...como a mi.
      Besos

      Eliminar
  8. A mi me ocurría algo parecido a lo que cuentas de pequeña, cuando sólo teníamos una cadena en la tele y ver "los toros"era ineludible. Describes muy bien esa sensación grotesca de la sangre en blanco y negro.

    Una vez con 5 o 6 añitos me llevaron a un espectáculo del Bombero torero (tengo una entrada contándolo) y aún no me explico cómo podía reírse y disfrutar la chavalería. Qué mundo absurdo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tienes toda la razón. Esos niños que veían con agrado las charlotadas seguramente ya eran unos degenerados. Incluso con otros animales, me parece que hasta la ficción promueve el daño animal, como es el caso de Calimero, aquel desafortunado y antropomorfizado pollito, que tampoco me explico como podía disfrutar y reirse la chavalería.
      Como bien dices, que mundo absurdo. Voy a seguir viendo Sálvame.

      Eliminar
    2. Hola Mar
      Apareciste justo en medio de un vendaval...
      podríamos decir que de sangre y arena...
      Ya vendrán entradas más calmaditas
      Gracias por pasearte
      Un abrazo!!!

      Eliminar
  9. Con tantas cosas casi olvido de decir a la autora que el relato me ha parecido magnífico.
    Verás como me hacéis cambiar de idea -nunca he sido persona de convicciones-, tengo que decirte que una de las cosas que más me ha impresionado de todo ha sido enterarme de algo que utilizas en tus razonamientos: que el toro es un animal artiodáctilo. Me he dicho: "Ah, no, eso si que no. No se le puede hacer daño a alguien que es artiodáctilo". He aprendido muchas cosas, aunque bóvido ya me imaginaba que era porque vuelve otra vez a la carga a pesar de que lo hieran.

    Pero, sobre todo, quédate con esto Maman: tu relato es muy bueno.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ay! Pitt...que yo no quería hacerte enfadar de esta manera...que te haces mala sangre...
      Sé lo que pasa cuando haces un comentario en contra de una entrada que es algo que piensa el autor del blog...se genera una serie de idas y venidas a favor y en contra. Es lo que es.
      Ya está.
      Creo que con tu primer comentario estaba muy bien explicado lo que sientes y porqué lo sientes. Yo no te entenderé ni tú a mi.
      Y como ya dije: eres libre de que te guste algo que "todavía" no está prohibido.
      No quiero ni quitarte el sueño ni hacer cambiar tus ideas. Por que son tuyas y como bien dijiste los sentimientos son difíciles de explicar. Sabes que pasa, que tú lo dices abiertamente, seguro, está claro, que hay más gente que piensa como tu y no se moja. Pues por eso el mundo es el que es.
      Pero...si yo no dijera lo que pienso y no luchara contra lo que no encuentro justo...¿donde quedaría el sentido de mi justicia?

      Sabes...si tuviera un blog exclusivamente sexual, con imágenes bonitas de chicas y de chicos...rollo tumbrl...con relatos eróticos y poesía acorde ni tú ni nadie se estaría discutiendo ni planteando nada.
      Pasaríamos un buen rato. Yo escribiendo y tú leyendo.

      Pero este blog es así. Y mi "relato" no es bueno Pitt es del montón. Pero es mi vivencia. Lo que yo sentí. Lo que yo viví.

      Perdona si no es del todo de tu agrado.
      Si puedo y me dejas, yo seguiré comentándote en tu blog, algunas veces estaremos de acuerdo y otras no.
      ¿Te parece?
      Un abrazo gruñón

      Eliminar
    2. Siento mucho que te tomes las cosas a la tremenda y a risa. Es muy fácil adoptar la postura del ataque.

      Y de la broma fácil. Es eso mi familia es más experta que tú.
      Ni me acobardas ni me ofendes.

      Ya he pasado por eso de las justificaciones, ataques y demás...
      ah! tampoco debes comer carne...ah! y los peces?...no son animales? no te miran con ojos?
      ah! y las lechugas no sienten dolor?
      ah! y porque en lugar de chuchos malolientes no te dedicas a salvar a los tigres de bengala?
      ah! pero llevas zapatos de piel?
      ah! pero castras a tu perro?
      ah! pero lo llevas con correa y atado? deberías dejarlo libre, porque es un animal con sentimientos...
      ah! pero no vas a manifestaciones?
      ah! pero....y podría añadir unos cuantos y largos etc,etc,etc..

      Tranquilo,primero me torturó mi propia familia y amigos...
      Y puedes ver y leer que no soy radical. Aunque podría tener un montón de números para serlo. Pero paso.

      Sabes...hablar por hablar siempre, siempre es muy fácil. Como tú bien dices. Y más cuando eres inteligente, como tú lo eres. Más que yo. Seguramente.

      Pero yo tengo algo, que no tengo miedo. Ni me acobardo. Y estoy aprendiendo a no atacar a quien me ofende.
      Porque me ofendo yo solita. Nadie lo hace.
      Ni tú ni nadie me ofende.

      Yo tengo unas creencias y ayudo con una causa que me parece justa, quizás no todo será del agrado o no será entendible para algunos. Pero mientras la peña está de vacaciones en Marbella, yo si tengo cuatro días libres, prefiero ayudar a alguien.
      No sólo a bichos.
      Pero no tengo que contarte en todo lo que ando metida.
      No me hace falta.
      Ya no.

      Un gran abrazo Pitt.

      Eliminar
    3. Joder...con tanto ir y venir y con tanto comentario...
      no sé donde escribo las respuestas...
      bueno...éste iba a la anterior entrada...
      XD que jaleo

      estoy empachada ya

      Eliminar
  10. Con tantas cosas casi olvido de decir a la autora que el relato me ha parecido magnífico.
    Verás como me hacéis cambiar de idea -nunca he sido persona de convicciones-, tengo que decirte que una de las cosas que más me ha impresionado de todo ha sido enterarme de algo que utilizas en tus razonamientos: que el toro es un animal artiodáctilo. Me he dicho: "Ah, no, eso si que no. No se le puede hacer daño a alguien que es artiodáctilo". He aprendido muchas cosas, aunque bóvido ya me imaginaba que era porque vuelve otra vez a la carga a pesar de que lo hieran.

    Pero, sobre todo, quédate con esto Maman: tu relato es muy bueno.

    ResponderEliminar
  11. Como en la vida, se usa el concepto cultura para justificar. Es cierto q tiene un poder hipnótico pero no debería ocultar q se basa en una dosis elevada de crueldad

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sabes...que prefiero esconderme en tu mundo del "nunca jamás"...

      Eliminar
  12. Es curioso, he pensado mucho en este tema y nunca lo había planteado de esa forma. Desde la cobardía de aquello que se excusan en castillos de palabras huecas para justificar lo que es simple sadismo y morbo.

    Si mañana permitiesen abrir de nuevo el circo romano habría gente que se sacaría el abono de temporada y te diría que es cultura :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cualquier chasquido de dedos puede propiciar violencia, si además le añades que todo vale, la masa se alzará contra el más débil.
      A matar.
      Los animales no hablan ni pueden expresar en voz alta el dolor o el miedo. Pero sólo hace falta mirarles a los ojos.

      Eliminar
  13. querida te invito a dialogar
    somos parecidas
    lo hacemos de blog a blog
    total nadie nos lee o mira....
    Cual es tu verdadero nombre????? contame
    Yo soy simplemente Mucha es mi nombre real y mis fotos son mi cara y mis letras mi locura besossssssssssssssssssssssss

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues tu locura es perfecta y genial Mucha
      Tus letras siempre son refrescantes.
      Yo no tengo nada que esconder y mucho que esconder...
      Pero te diré bajito mi nombre real...para que nadie lo sepa...Judit...
      Encantada de leerte siempre preciosa.
      Un besazo

      Eliminar
  14. Decia el pensador inglés Jeremy Bentham que una manera de abordar las cuestiones sociales, políticas y económicas era medir su utilidad con una simple pregunta:

    ¿Produce placer o sufrimiento en los seres vivos?

    Aplicado al maltrato a los toros la respuesta es sí, sufren, y mucho. Y no hay más que discutir.

    Nada que haga sufrir a un ser vivo tiene justificación. Y me ofende que llamen cultura a una salvajada.

    Y no hablo sólo de las corridas, en los meses de verano en España se maltratan miles de toros en fiestas absurdas y pueriles si no fueran crueles.

    Y cada año se abandonan 150.000 mascotas. Está claro que no somos un país al que se le pueda llamar civilizado. Damos bastante pena.

    Un beso,

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Creo que no se puede explicar mejor Tesa...yo a veces intento justificar lo que no se puede justificar porque siempre intento ver las cosas desde el punto de vista del otro...
      Pero vaya...que tienes razón...no es cuestión de discutirse ni de justificarse...

      Un besazo gigantesco!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

      Eliminar