martes, 24 de marzo de 2020

Muerte al grillo!!!


Fotografía: Tim Walker

Marzo 2019

Hace unos cinco días se ha instalado un grillo en uno de los dos patios que hay en el primer piso. Vivo en el tercer piso y mi habitación da al patio de luces, donde se concentran cocinas y habitaciones indistintamente. Se escuchan los ruidos habituales de un edificio, aparatos eléctricos de cocina, charlas, algún grito, ladridos de perros, de mis perros también...y ahora el cri-cri del grillo.

Creo que esta ciudad me odia. Y el grillo también. Empieza con su canción a las diez en punto de la noche, el muy maldito. Y termina a las seis de la mañana. 
Lo sé a ciencia cierta, porque el primer día no pegué ojo en toda la noche. La segunda me fui al sofá a dormir. Y las últimas me puse los cascos con música. 
Y me duermo a trocitos.

No. El cri-cri NO me hace de tantra para dormir. No. 
Soy de esas personas que necesitan del silencio absoluto para poder dormir bien. 
Y ya, el ruido voraz de estar sobre una avenida donde no hay paz  de autos ni un solo momento, ni de día ni de noche, a mi se me hace difícil descansar. 
No, no me acostumbro. Aunque ahora lo llevo mejor. 

Pero lo del grillo...lo del grillo es para morir. Me entran unas ganas asesinas de bajarme al primer piso, empezar por el primero A y terminar con el primero B, con un lanzallamas y quemarles todas las plantas, grillo incluído. 
Luego me sale la vena animalista...y pienso que ya se irá....¿Pero cómo?
¿Los grillos vuelan? No tengo ni idea. No sé. Mi esperanza es que los insectos no tengan una vida muy larga y muera por vejez. Por favor! que le quede poquita vida...

Soy de las que los tic-tac de los relojes de cuerda la enloquecen, los ruidos interminables, los secuenciales, cualquier cosa en plan "gota malaya" me haría confesar lo innombrable.


Marzo 2020

El grillo desapareció. No sé qué le pasó. Juro que no hice vudú, ni nada por el estilo. 
Tal como vino se fue. Y yo conseguí dormir de nuevo. Mal, porque nunca duermo del tirón. Pero no tengo a ese bicho jodiéndome la noche. 

Ahora tengo a la vecina del cuarto jodiendo. Hasta las dos de la madrugada la tiparraca se la pasa hablando a los gritos por teléfono. 
Gritándole al gato. Flipa...¿alguien puede gritarle a un gato? Pues ella y su pareja viven reputeándolo. Me da pena. La gente es mala. E hijadeputa...pero eso ya lo sabemos todos.También se reputean entre sí. 
Siempre me tocan los mejores vecinos. 

El virus este de mierda no va a cambiarnos. Olvidaros. Los positivos. Los que en todo veis una oportunidad. O quizás sea yo la ceniza...sí lo sé. Soy ceniza. 
Lo he sido siempre. Y apocalíptica. 

Total, ahora no pasan autos como antes, por la cuarentena, ni hay grillo. 
Hay vecinos gilipollas que se creen que viven solos. 

Viva la solidaridad.




PD. Prefiero mil veces el grillo.







6 comentarios:

  1. Yo tampoco creo que este virus nos cambie para mejor. Si se ven buenas acciones es porque esa gente ya era buena y ya hacía cosas por lo demás. Y puede que la mala gente ya fuera mala de antes, pero está claro que cuando las casas se convierten en ollas a presión, no van a salir pensamientos flower power de ahí.
    Besos.
    PD Pobre gato.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pienso igual igual que tú Dorotea.
      Por ahora la gente va resistiendo y manteniéndose en la línea. Cada uno como es.
      Esperemos que las cosas sigan así y no se desmadren.

      Madre mía!! qué maratón de leerme!!!!
      Gracias!!!!

      Eliminar
  2. Te echava en falata,gracias por volver a escrivir!!
    Tus razones tendrás, lo mismo que te fuiste, vuelves :-)
    Aunqué no són los mejores tiempos, tu ya pronocticaste este momento.
    Petons
    Guapíssima

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Heyyyyyy!!!! Granotaaaaaa!!!
      Sí...creo que lo de escribir viene y va...un día te despiertas sin nada que contar o contarte...Y otro día las palabras te salen por todas partes.
      Que hi farem!!!!
      Espero que estiguis bé. De tot cor.
      Un petó molt gran guapo!

      Eliminar
  3. Para algunos ese ruido es hipnótico y tranquilizador, para otros es como sonaban las uñas arañando un pizarrón.

    ResponderEliminar
  4. Yo soy de las segundas...pero la verdad es que cualquier ruido me entorpece.
    Durante el día soporto todo bien...pero las noches son para dormir... aunque vete tú a decirle a una gran ciudad como Buenos Aires que sea silenciosa...😅🤣🤣
    Nada...que soy una tarada. Qué va a ser...
    Un abrazo y gracias por pasearte por acá!
    A la que pueda me paso a visitarte!!!
    😜😘

    ResponderEliminar