sábado, 5 de agosto de 2023

El robo de la Barriguitas Negra.


 
Estas semanas  las redes están a explotar con Barbie; la rubia de cuerpo escultural que tanto da que hablar. Yo también quise una Barbie de pequeña y aunque en mi casa no estaba el horno para bollos alguien me la regaló. Y cuando la tuve, mis hermanos se encargaron de dejarla coja. 

Así que tuve que hacer de enfermera Barberil y con un trozo de lana pegarle la pierna a la cadera de nuevo. 
Nunca volvió a a ser la misma. 
Luego a mi se me ocurrió cortarle el pelo y borrarle los ojos azules con acetona. 
O sea que mi pobre Barbie quedó coja y ciega demasiado pronto.

Y eso que nunca perdió el glamour.  Tenía sus zapatos de tacón aguja fucsias, un pantalón plateado con purpurina y un abrigo peludo (lo recuerdo a la perfección) de color azul eléctrico decorado con toques en plateado. 
Durante muchos años la conservé en un cajón. 

De todas maneras habían unas muñecas que a mi me fascinaban y me gustaban muchísimo más que Barbie. Y esas eran "las Barriguitas". Medían un palmo y eran unos bebés barrigudos muy bonitos y graciosos. Pero lo dicho, en mi casa no había pasta para comprar tantos juguetes. 

Igual yo era bastante "marimacho" y me gustaba jugar a los "clicks de famobil" con mis hermanos y a la que me percaté que las muñecas siempre terminaban pasando a mejor vida, me salía más a cuenta jugar con ellos y sus "Playmobil".

Pero las barriguitas me habían robado el corazón y mi parte más neni se moría por ellas. 
Así que con ocho o nueve años o quizás más...no recuerdo la edad de mi más vil fechoría, les robé a mis primas una Barriguitas bebé de color negro.
 
Durante años y años fue mi secreto. Cuando venían a casa me cuidaba de guardarla muy bien. Ni si quiera mi madre se dió cuenta jamás. 

Ellas tenían como cien barriguitas! y yo siempre me quedaba mirándolas extasiada. Tenían todas las barriguitas que salían nuevas: la Barriguitas Sirena, la China, la Mexicana, la rubia de pelo largo, la morena de pelo con rulos...muchas...tenían muchas y todas esparcidas por la casa, tiradas. Y yo no tenía ni una puta Barriguitas. Perdón.

Con treinta y pico de años en una cena de Navidad les confesé que les había robado una Barriguitas...  Las dos empezaron a descojonarse de la risa mientras toda la mesa se quedaba callada intentando averiguar qué ocurría.
Les grité: He cargado durante años con eso en mi conciencia y ¿nunca os disteis cuenta?

-¿Cómo nos íbamos a dar cuenta si teníamos muchas? Nos podías haber pedido una y quizás te la hubiéramos regalado...

No, la verdad que no creo que me la hubieran regalado porque eran unas niñas un poco repelentes aunque yo las amaba. Odiaba su desorden y lo descuidadas que eran con las cosas. Era ese descuido habitual de las personas que tienen de todo y que no aprecian nada. No me la hubieran regalado así que opté por robarla. Les pregunté si querían que se la devolviera...creo que todavía se ríen...

Robé una Barriguitas bebé de color negro que además no llevaba ropa y nunca pude pedir a nadie que me compraran un conjuntito porque nadie debía saber que yo tenía esa muñeca. 

Fue mi secreto por más de veinte años y la conservé hasta que me mudé a Buenos Aires. Ahí dejé que el apego a mi robo y a mi muñeca hermosa se fuera dentro de muchas cajas con otros cientos de recuerdos.


13 comentarios:

  1. Bueno con el tiempo que ha pasado desde el robo hasta la confesión del mismo, el delito ya había prescrito.:)

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    1. Me dejas más tranquila Cabrónidas! Igual me perdonaron mi fechoría y yo me libré de toda culpa...jejeje

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  2. Cargamos con tantas cosas en la conciencia que en el fondo no son nada que apenas podemos caminar. Somos reos condenados por nuestra puñetera conciencia... Tu relato me ha recordado a aquel de Poe y el corazón delator...

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    1. Ay la culpa...es lo que nos hace delatarnos a nosotros mismos...Esa conciencia que te persigue.
      Suerte que fue un robo pequeño y sin consecuencias graves...jajjaja

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    2. Lo bueno es que ese primer intento de robo frenó por completo tu carrera delictiva y te libró de culpas mayores ;)

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  3. Es que no se puede ser "buena persona" i ladrona de Barriguitas a la vez ;)
    Te sabía más mal a ti que a tus primas, por lo visto...
    Eso si, sabes guardar un secreto muy bien !!
    Saludos :)

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    1. Siempre supe que no podía robarle nada a nadie ... pero ellas tenían tantos juguetes y tantas muñecas que siempre pensé ( y lo sigo pensando) que no les hice ningún mal,jejjeje
      Y sí, se guardar secretos.
      Saludos!!!!

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  4. joder, leí el rabo...

    ya te escribiré con calma cuando se me vaya el susto...

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  5. Vale, ya se me fue el susto, ahora mi pregunta: ya puestos a robar, ¿por qué robaste a la más fea? Mi sobrina se encaprichó de una muñeca que había en mi casa a la que le faltaba un ojo y le llamábamos la talibana, y creo que fue la muñeca a la que más quiso.
    Es curioso que las personas quieran tanto a los objetos inanimados y sean capaces de abandonar animales y acosar a otras personas, perdona por la firma ;-)

    Un besazo, preciosa :-)

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    1. Para mí era la más bonita ☺️
      Supongo que por eso Barbie duró tan poco siendo perfecta... La perfección aburre.
      Yo tampoco entiendo ese apego a lo inanimado Sbm. Yo cada vez voy aprendiendo a serlo mucho menos.
      Está claro que viendo las estadísticas de cada año en abandono animal, las personas consideran a sus animales menos que cosas y totalmente reemplazables. Las cosas las conservan y los animales los echan.
      Pero estamos en un mundo donde el yo es más importante que el nosotros.
      Hace mucho que tengo un escrito por ahí en borradores que habla de eso precisamente. No quería seguirlo porque soy muy repetitiva con este tema ...pero bueno quizás vea la luz.
      Gracias precioso !

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  6. Yo también adoraba a las barriguitas. Me regalaron una compañía teatral de tres, tres rarezas porque las estándar eran rubias y de pelo corto: caperucita con una melenaza rubia, la abuelita con el pelo blanco y el lobete pelirrojo. Las tengo como tesoros porque me las regaló una persona a la que quise muchísimo y que ya no está conmigo.

    Por cierto, ten por seguro que tus primas no te lo hubieran regalado.

    Un abrazo enorme.

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    1. Sabes...ahora me da una pena haber dejado a esa Barriguitas...me la debería haber llevado. Cuando pienso en ella la extraño. Y no...no me la hubieran regalado, si yo ya lo sé y por eso hice lo que hice...que tremenda.
      Y que bonito que todavía las guardes...me encanta.
      Tú y yo haríamos buenas migas !!! nos charlaríamos todo !!!!jejejeje

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